Barça

Un grupo de aficionados golpean el coche de Koeman y lo insultan después del clásico

Un grupo de personas, la mayoría jóvenes, han increpado al neerlandés y han obstaculizado brevemente su salida del estadio

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Ronald Koeman

BarcelonaLa derrota del Barça contra el Real Madrid en el Camp Nou ha desembocado en una escena desagradable después del partido. Cuando salía de las instalaciones del estadio, Ronald Koeman ha visto cómo un grupo de personas, la mayoría jóvenes, se han acercado a su coche hasta llegar a golpearlo, y también le han proferido insultos. Una decena de individuos se han hecho paso entre un grupo más numeroso de gente que fotografiaba y grababa la salida del entrenador neerlandés. Durante unos instantes, Koeman ha tenido que casi frenar su vehículo viendo que su salida era obstaculizada.

El Barça ha anunciado mediante un mensaje en las redes sociales que "condena públicamente las acciones violentas y de desprecio que ha vivido Ronald Koeman a la salida del Camp Nou". El club también ha afirmado que "tomará las medidas de seguridad y disciplinarias para que no vuelvan a suceder hechos tan lamentables".

La desagradable situación que ha tenido que vivir en primera persona Ronald Koeman ha llegado después de una nueva derrota contra el Real Madrid. A pesar de que el neerlandés ha introducido varios cambios y matices en el equipo para encarar la visita de los blancos, el duelo se ha decantado del lado madridista (1-2). De hecho, durante bastantes minutos de la primera mitad, el plan del neerlandés ha sido más efectivo que el de su homólogo Carlo Ancelotti, pero a partir del descanso el trabajo se ha echado a perder y el equipo ha acabado certificando la derrota.

El Barça, pequeño contra los equipos grandes

Con esta derrota, Koeman acumula su tercer fracaso seguido como técnico contra el eterno rival, un hecho que no pasaba desde los años 30. Desde que ocupa el banquillo, el equipo no ha conseguido revertir una dinámica negativa contra los equipos de primer nivel: de los últimos diez partidos oficiales contra el Real Madrid o el Atlético de Madrid, el Barça no ha ganado ninguno. Si se amplía la perspectiva a todos los partidos que Koeman ha dirigido contra rivales de entidad, el Barça solo se ha impuesto al Juventus (0-2). Contra el PSG, el Bayern y el Benfica, ningún triunfo. En total, 12 duelos de primer nivel en los que el Barça solo ha sumado un único triunfo. El resto, dos empates y nueve derrotas.

Este domingo, el guion contra los equipos grandes por instantes parecía que podría haber sido otro, porque la puesta en escena del conjunto catalán ha sido consistente. El Barça ha empezado siendo amo y señor de la pelota, con Memphis dando (esta vez sí) profundidad desde el lado izquierda y los azulgranas protagonizando más ocasiones que los blancos durante los primeros 45 minutos. Pero al Madrid, sin sufrir mucho, le ha bastado con esperarse a medio bloque, sobrevivir en los peores momentos (ayudados por el error de Dest) y ejecutar una idea clara: cada recuperación que cogía al Barça con las líneas avanzadas era una oportunidad para salir al contraataque. Cuando la pelota llegaba a las manos de Courtois, el belga no escatimaba segundos para enviar un pelotazo largo buscando la velocidad de Vinícius o Rodrygo.

Con muy poco, se impone el Madrid

De este modo ha llegado el primer gol de los blancos: pérdida de Memphis con los dos laterales azulgranas sumados al ataque, ejercicio de fe de Alaba para cruzar todo el campo mientras el atacante neerlandés del Barça decidía no seguirlo, y el austríaco, con su calidad, que ha acabado abriendo el marcador. Con muy poco, el Madrid ha sabido hacer que su guion de partido fuera más efectivo que el del Barça. A pesar de encajar el primer gol, los jugadores de Koeman han mantenido el plan inicial hasta el descanso, intentando conservar la intensidad en la presión.

Así lo ha ejemplificado Busquets, que cuando el equipo empezaba a renunciar a los esfuerzos, ha sido el primero en ir a presionar en un par de ocasiones, trasladando a sus compañeros el mensaje de que se tenía que seguir siendo valiendo y mordiendo en la salida de pelota blanca. "Hemos demostrado que no somos inferiores al Madrid. Hemos pasado de un posible 1-0 al 0-1. Vamos mejorando poco a poco", ha querido defender Koeman después del duelo, minutos antes del lamentable espectáculo que acabaría viviendo al salir del estadio.

A la basura el trabajo bien hecho

El buen trabajo hecho en el primer tiempo, cuando el conjunto azulgrana ha fallado, esencialmente, en lo que había reclamado Koeman en la previa -"ser efectivos"-, ha acabado en la basura a partir de la segunda mitad. Con el 4-3-3 deshecho con la entrada de Coutinho per Mingueza, el equipo ha mutado en un 4-2-3-1 que solo ha funcionado con unos primeros minutos que el Madrid pronto ha sabido parar. El equipo ha dejado de presionar con acierto, a pesar de que Busquets ha seguido intentando lanzar la presión alta, y el Madrid incluso ha conseguido, en algunos tramos de partido, la posesión de pelota en zonas defensivas, hecho que ha provocado algunos silbatos entre la afición del Barça.

Un conjunto blanco muy pobre se ha pasado la segunda mitad sin correr muchos riesgos, y, de hecho, la sensación de impotencia se ha ido apoderando de un Barça cada vez más desdibujado y que veía que todo salía como los blancos querían. El conjunto azulgrana, con más corazón que fútbol, ha intentado aproximarse al área rival, pero los ataques eran desordenados y se ha fallado en cuestiones esenciales como los controles o la orientación del cuerpo de cara al remate. "Que hayamos centrado 34 veces quiere decir que hemos tenido la pelota. En ataque tenemos que mejorar muchas cosas. La posición en el área, las últimas centradas, los últimos pases...", ha valorado Koeman.

Con el equipo totalmente partido, si el resultado no ha sido más amplio ha sido porque el conjunto de Ancelotti, a diferencia del Bayern Múnich, ha perdonado la vida al Barça. Una lectura no compartida por el técnico azulgrana: "Es exagerado decir que el Madrid podría habernos goleado, a pesar de que en la segunda parte haya tenido más oportunidades. Son peligrosos al contragolpe. Es casi imposible controlar el espacio en nuestra espalda. Han creado más peligro en la segunda parte que en la primera".

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