Barça

El mes de octubre dictará sentencia en el Barça, dentro y fuera de los terrenos de juego

La directiva afronta una importante asamblea de compromisarios los mismos días en los que el Madrid visitará el Camp Nou

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Joan Laporta, escoltado a la izquierda por Rafa Yuste y Josep Cubells.

BarcelonaEste octubre será clave para ver si llega una gran revolución en el Barça. O si toca esperar por culpa de un pasado que sigue condicionando el presente. Después de caer en Lisboa y Madrid sin poder marcar ni un solo gol, el Barça se podrá lamer las heridas en esta semana de parada de selecciones que servirá para iniciar un contraataque en todas las líneas. A pesar de que los resultados deportivos y la actuación del equipo todavía son peores, Joan Laporta confía en que este será el mes del inicio de la recuperación, dentro y fuera del terreno de juego.

En el ámbito deportivo, los tres próximos partidos son de vital importancia. Primero llega un Valencia renacido gracias a la gestión de Pepe Bordalás; después llega un partido en el que todo lo que no sea derrotar al Dinamo de Kiev significará aceptar quedar fuera de los octavos de final de la Champions, y, finalmente, el clásico, contra un Real Madrid que también ha sufrido tropiezos, últimamente, pero tiene más pólvora que el equipo de Ronald Koeman. Tres partidos en casa, tres juicios. Con las gradas casi llenas gracias a las nuevas normas validadas por las autoridades. La reacción de los aficionados ante un nuevo tropiezo podría llegar a modificar de nuevo los planes sobre quién tendría que ser el técnico.

Ronald Koeman junto a Riqui Puig durante el entrenamiento de ayer por la mañana en la Ciutat Esportiva previo al duelo contra el Atlético de Madrid.

Koeman, de momento, sigue, puesto que Laporta no ha encontrado un relevo que le guste. Y porque el técnico neerlandés ha pedido paciencia hasta que recupere todos los efectivos. Si en defensa el Barça es un desastre, en ataque no carbura. Y, según el entrenador, hace falta un poco de tiempo, puesto que ha empezado la temporada casi sin delanteros. En este punto no le falta razón. La parada de selecciones servirá para que Ansu Fati acabe de coger ritmo. El joven delantero de 18 años podría ser titular ya contra el Valencia, después de entrar desde el banquillo en los últimos tres partidos. Además, durante octubre se podría ver el regreso de Ousmane Dembélé y el debut de Sergio Kun Agüero. A la espera de recuperar a Braithwaite, que no volverá hasta enero, Koeman confía en que con estos refuerzos el equipo dé un salto de calidad en ataque. Sufrir más tropiezos en la Liga, sin embargo, podría significar irse despidiendo de la lucha para ser campeón y quedar atrapado en la siempre incómoda lucha para asegurarse acabar entre los cuatro primeros. A pesar de que el partido contra el Madrid es el más mediático, quizás el más importante es el que jugará contra el Dinamo. Pinchar contra los ucranianos equivaldría a casi decir adiós a las posibilidades de acabar entre los cuatro primeros en la Champions, puesto que el equipo quedaría con uno o ningún punto después de los primeros tres partidos.

Una asamblea clave

El partido contra el Valencia, el domingo 17 de octubre, coincidirá con la asamblea de socios compromisarios del Palau Blaugrana. La junta tendrá que defender ante los socios presentes unas propuestas claves para poder levantar a un club arrodillado económicamente por culpa de la nefasta gestión de Josep Maria Bartomeu. En uno de los puntos claves del día, Laporta someterá a votación de la masa social una nueva propuesta de financiación para el Espai Barça, la modificación de ocho artículos de los estatutos vigentes y la aplicación de dos disposiciones transitorias.

Un punto clave será la modificación del artículo 67, modificado en 2013 por la directiva de Sandro Rosell. Este apartado obliga a la cúpula a restituir las eventuales pérdidas en dos ejercicios y a no superar un techo de endeudamiento equivalente a una cifra "que no supere la cantidad resultante de multiplicar por dos el ebitda (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones)". Dos condiciones que, si no se respetan, obligan a la directiva legítima a acabar el mandato antes de tiempo y a dejar el club en manos de una gestora. Ahora la junta pide que "el artículo 67 de los estatutos quede provisionalmente en suspenso y sin efectos, hasta la restitución del patrimonio neto positivo". Es decir, la anterior junta dejó tantas deudas que hacen falta más de dos temporadas para normalizar la situación económica. Además, se votará modificar los años de mandato de los presidentes, pasando de los seis actuales a cinco. Otros puntos del día incluyen aumentar el techo de directivos en la junta hasta 25 y la posibilidad de abrir los procesos de alta de socio por vía telemática.

Antes de la asamblea, el club dará a conocer los resultados de la auditoría due diligence sobre la gestión del club en los últimos años. Y será aquí cuando tendría que quedar claro qué estrategia adopta la actual directiva. Es decir, si emprende acciones legales contra la anterior junta o busca otras vías para exigir responsabilidades a la directiva de Josep Maria Bartomeu. Mientras el Barça busca construir un nuevo futuro, sigue cerrando carpetas del pasado en octubre con la agenda muy cargada.

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