Apuntes en caliente

El VAR también depende de sí mismo en la lucha por la Liga: los apuntes en caliente del Valencia-Barça

Sánchez Martínez, protagonista paralelo de la victoria azulgrana en Mestalla

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Los jugadores del Barça se saludan con el árbitro después de ganar en Mestalla.

BarcelonaHabas contadas. De repente, el Barça se ha apuntado a la moda de ir con la lengua fuera, de sobrevivir para sacar adelante los partidos. Los azulgranas venían de dilapidar muchos privilegios el jueves y sumaron en Valencia un triunfo más de corazón que de cabeza, con los futbolistas justos de fuerzas, la confianza cogida con pinzas y con pocos recursos en el banquillo. Porque Schröder, mano derecha del sancionado Koeman, solo hizo dos cambios funcionariales pocos días después del esfuerzo contra el Granada. La victoria azulgrana en Mestalla se explica desde la más pura autogestión. ¿Para eso había que echar a Valverde?

El portero, ¿intocable? Intentamos evitar los argumentos arbitrales a la hora de explicar victorias, derrotas o empates, pero hay veces que se hace difícil entender decisiones que chocan de cara con el reglamento. Una de las normas más conocidas del fútbol es que los porteros son intocables en el área pequeña. Por eso el gol de Paulista que avanzaba al Valencia no tendría que haber subido en el marcador. Thierry hizo pantalla a Ter Stegen, que acabó en el suelo, y el central che, blandamente defendido por Lenglet, remató sin oposición bajo los palos. Ninguno de los dos colegiados, ni el del césped ni el de Las Rozas, invalidó una diana sencillamente ilegal. Por si había dudas, el VAR también tendrá protagonismo en la lucha por la Liga.

Milhombres por definición. Jordi Alba, sempiterno lanzador azulgrana por la banda izquierda, y Messi, eterno goleador, salvaron al Barça de las llamas después de verse por debajo en el marcador. Gracias también a la poca maña de Lato, que hizo un penalti por mano muy poco profesional. Todo ello soterró el mencionado retrato a Lenglet y las dudas que genera Piqué por culpa de los problemas físicos que lo amargan desde hace bastantes meses. El central barcelonés hace equilibrios para ayudar al equipo a ganar el doblete, pero alguien le tendría que decir que con una rodilla mala curada en el eje de la defensa –la de Umtiti– basta. ¿Hace falta que juegue cada tres días? ¿No hay médicos con suficiente ascendente para disuadirlo?

El arte de encoger la pierna. Equilibrios de Piqué para salvar la enfermería y equilibrios de Koeman con los amenazados de sanción. Se la volvió a jugar el neerlandés con la mayoría de los jugadores que están a una amarilla de la suspensión, que en Mestalla se exponían a perderse el compromiso decisivo contra el Atlético de Madrid. Todos excepto Mingueza jugaron los 90 minutos. Messi, De Jong y Griezmann encogieron la pierna cada vez que podían recibir el castigo de un árbitro con ganas de mambo. La victoria tiene todavía más mérito por este hecho. Jugar condicionado desde el primer instante –y, en el caso de Messi y De Jong, desde hace semanas– sin margen de error y con un rival contra las cuerdas no es fácil.

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