África, relegada al final de la cola para salir de la pandemia

El continente no tiene capacidad para adquirir ni producir las vacunas

David Soler Crespo
3 min
Alumnes de Zimbàbue rentant-se abans d’entrar a classe.

ValenciaÁfrica ha superado esta semana los 2,5 millones de casos de coronavirus, seis meses después de que lo hiciera Europa, a pesar de que tiene casi el doble de población que el Viejo Continente. El impacto sanitario del coronavirus en África no ha estado ni remotamente cerca de lo que algunos organismos auguraban: en abril, la ONU llegó a pronosticar hasta 3,3 millones de muertos en 2020, pero el continente acaba de llegar a los 60.000 muertos, los mismos que ha registrado Francia.

Sin embargo, la pandemia ha supuesto un baño de realidad para los africanos. El multilateralismo se ha frenado en favor del interés nacional y África ha quedado relegada al final de la cola. En la etapa inicial de la pandemia la restricción de más de 70 países a la exportación de material sanitario supuso un gran riesgo para África, que importa el 94% de todos los medicamentos que necesita, principalmente de la Unión Europea, de donde llegan más del 50%. Ahora la falta de capacidad para producir, adquirir y distribuir las vacunas amenaza la recuperación.

El continente produce menos del 1% de las vacunas a escala global, y muchos países tienen problemas de electricidad y transporte, que hacen muy difícil mantener las bajas temperaturas que requieren algunos preparados. Además, no puede competir en términos monetarios con los países más desarrollados. Sudáfrica se ha unido con la India para liderar ante la Organización Mundial del Comercio una suspensión de la propiedad intelectual de las vacunas contra el coronavirus que permita abaratar su coste. Todo esto provoca que los africanos sean los últimos en recibir la vacuna. El director del Centro Africano de Prevención y Control de Enfermedades, John Nkengasong, asegura que las vacunaciones masivas no empezarán hasta mediados del 2021 y que harán falta tres años para inmunizar al 60% de la población.

Ahogados por la crisis económica

A diferencia del virus, la crisis económica asociada a la pandemia sí que ha golpeado fuerte en África. El 2020 ha sido el primer año de recesión en el último cuarto de siglo, y la recuperación dependerá en gran parte de lo que pase afuera. La falta de turistas extranjeros produjo un descenso del 70% del negocio en los primeros ocho meses del año pasado en un sector que supone un 7% del PIB regional. Además, siete de los quince principales socios comerciales de África están entre los más afectados por la pandemia, y el 60% del valor agregado de las exportaciones africanas está relacionado con la producción europea.

Dependencia masiva

África solo manufactura el 12% de los productos que exporta afuera del continente, lo cual genera una dependencia excesiva de materias primeras como el petróleo, que representa casi dos tercios de las exportaciones a terceros países. Sin embargo, los productos manufacturados suponen un 40% de las exportaciones dentro del mismo continente. La puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio Africano, que entró en vigor ayer, elimina el 90% de las tasas y espera potenciar en un 82% el comercio entre países africanos, que solo supone en la actualidad el 17% del total de exportaciones.

Sin embargo, lo que más preocupa es la deuda externa. El dinero que deben de los países africanos se han multiplicado y han pasado del 17% del PIB continental en 2000 al 40% en 2019. El G-20 solo ha extendido hasta mayo del 2021 el aplazamiento del pago de la deuda después de las reticencias de algunas naciones poderosas, como China. El gigante asiático es el primer acreedor y representa el 13% de la deuda continental, con 143.000 millones de dólares prestados al conjunto de países desde el comienzo de siglo.

Por delante tan solo están los acreedores privados, que representan un 27% de la deuda. La negativa de algunas de estas entidades de crédito a alargar el pago de la deuda ha causado que Zambia se haya declarado en impago y se teme que otros países como el Chad, Ghana y Angola se encuentren en la misma situación.

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