Navalni ingresa en la prisión después de una vista exprés

El 2 de febrero se decidirá si cumple los dos años de la pena suspendida del 2014

Ara
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L'Opositor Alexei Navalni surt emmanillat d'una comissaria als afores de Moscou

BarcelonaEl líder opositor ruso Aleksei Navalni ha sido trasladado hoy a una prisión de Moscú, donde pasará al menos 30 días de prisión preventiva para cumplir con la condena exprés que recibió ayer. La juez deja para más adelante la revisión de la condena y el 2 de febrero decidirá si pasa más de dos años en prisión para cumplir con la pena que tiene pendiente por el caso Yves Rocher, en el que estuvo acusado de corrupción. Navalni fue detenido el domingo al aterrizar a un aeropuerto de Moscú, hecho que ha provocado múltiples críticas internacionales al gobierno de Putin.

Se lo acusa de haber violado la libertad condicional en la que se encuentra desde el 2014, que lo obliga a presentarse periódicamente ante los juzgados. Pero después de ser intoxicado hace cinco meses con el agente químico Novichok, se fue a Berlín, así que no ha podido asistir durante este tiempo. Varias pruebas apuntan al estado ruso como el autor del envenenamiento, entre las cuales una llamada telefónica que hizo pública el propio Navalni, en la que supuestamente un espía del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) habría confesado que le rociaron el veneno en los calzoncillos.

La vista judicial empezó ayer en el edificio de la policía en las afueras de Moscú. Fue improvisada y con prisas, 24 horas después de aterrizar en Rusia, en un escenario poco habitual al que se trasladó la juez en el centro policial. En un vídeo colgado en Twitter por Kyra Yarmysh, del entorno al opositor, Navalni dice: “Esto es el grado máximo de ilegalidad. ¿Por qué la vista del tribunal tiene lugar en la policía? No lo entiendo”.

La detención de Navalni ha sido criticada por los Estados Unidos y la Unión Europea, especialmente por los países del Báltico (Estonia, Letonia y Lituania). El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, afirmó el lunes que la reacción de los países occidentales tiene como objetivo “distraer la atención de la crisis del liberalismo”. En la misma línea, la portavoz del ministerio, Maria Zajarova, dijo que los políticos de estos países tienen que mostrar “respeto por el derecho internacional y las leyes de Rusia”.

“No tengáis miedo, salid a las calles”

Después de conocer la sentencia, se hizo público un vídeo en el que Navalni pide a la población rusa que proteste por la condena: “Lo que más temen estos bandidos, ustedes ya lo saben, es que la gente salga a las calles. No tengan miedo, salgan a las calles. No salgan por mí, salgan por ustedes y su futuro”, clamó.

En el exterior de la estación de policía había más de 100 personas apoyándolo y gritando “¡Putin es un ladrón!”, un eslogan popularizado por el propio Navalni a lo largo de los 10 años de vida política opositora al líder de Rusia. Pero el apoyo que tiene en el exterior no es tan grande en su propio país, donde aparece en los medios tradicionales como un revolucionario peligroso. En un programa de comentario de noticias, Dmitry Kiselyov comparó la llegada de Navalni con la de Lenin en 1917, catalogándola de “fuerza revolucionaria de aterrizaje”. Por su parte, Putin nunca se refiere al opositor por su nombre, últimamente lo llama “paciente alemán”, riéndose del envenenamiento del cual Navalni lo acusa.

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