Austria alarga las restricciones y Merkel se plantea endurecerlas

El Reino Unido prevé mantener el confinamiento hasta marzo

Albert Castellví Roca
3 min
El canceller austríac, Sebastian Kurz, aquets diumenge

SabadellLa expansión de las nuevas variantes del virus del covid-19 está obligando a muchos países europeos a alargar o endurecer las medidas de prevención de los contagios: Portugal empezó viernes un nuevo confinamiento domiciliario de un mes (a pesar de que con las escuelas abiertas), Italia ha alargado las restricciones actuales hasta marzo, y tanto Dinamarca como los Países Bajos las han prorrogado hasta principios de febrero. Y este domingo ha sido Austria quien ha anunciado que las medidas que hay en vigor desde el día de Sant Esteve no se levantarán el próximo domingo, como estaba previsto, sino el 7 de febrero. A partir de entonces se prevé que puedan empezar a abrir las escuelas (que están haciendo las clases telemáticamente desde que se acabaron las vacaciones de Navidad) y los comercios no esenciales, pero tanto la restauración como la hostelería continuarán cerradas, como mínimo, hasta finales del mes que viene (y percibiendo, eso sí, las compensaciones económicas que les ofrece el estado). Además, durante las próximas tres semanas será obligatorio el uso de mascarillas FFP-2 tanto en los supermercados como en el transporte público.

“Tenemos dos o tres meses duros por delante”, ha avisado el canciller austríaco, Sebastian Kurz, que ha argumentado que “las mutaciones del Reino Unido y de Suráfrica son mucho más contagiosas y esto empeora la situación notablemente”. Según un estudio de la Universidad de Viena, alrededor del 15% de los nuevos diagnósticos de covid-19 efectuados en el país corresponden a la variante británica. El gobierno confía que la prórroga de las restricciones ayudará a reducir la incidencia hasta los 50 contagios semanales por cada 100.000 habitantes, menos de la mitad de los 130 que se registran actualmente (en Catalunya este valor se encuentra alrededor de los 300 casos).

Alemania podría ser el siguiente país en anunciar un endurecimiento de las medidas para luchar contra el coronavirus. La cancillera, Angela Merkel, se reunirá con los presidentes de los estados federados martes, una semana antes de lo que estaba previsto, para evaluar la situación y proponer nuevas restricciones que, según la prensa alemana, se orientarían a reducir significativamente el número de personas que utilizan el transporte público. El fin de semana pasado Merkel ya había advertido a los diputados de su partido que “las próximas ocho o diez semanas pueden ser muy duras”, también debido a la creciente incidencia de la variante británica. Alemania cerró las escuelas y los comercios no esenciales antes de Navidades y no tiene previsto reabrirlos hasta febrero. El país registró jueves la cifra diaria de muertes más alta hasta ahora, 1.244, después de haber llegado al pico de contagios justo antes de Nochevieja.

Confinados hasta marzo

Mientras tanto, en el Reino Unido la pandemia continúa fuera de control. A pesar de la tendencia a la baja de los últimos días, el número de nuevos contagios se mantiene por encima de 40.000 cada 24 horas, una barrera que se superó por primera vez a finales de diciembre y de la que ya no se ha vuelto a bajar. Además, miércoles se registró el número de muertes más alto hasta ahora, 1.564. Ante esta situación, el gobierno prevé mantener el actual confinamiento domiciliario, vigente desde el 4 de enero, como mínimo hasta principios de marzo, según ha explicado el ministro de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, en una entrevista en la cadena Sky News.

A partir de este lunes, además, cualquier persona que llegue al Reino Unido, independientemente de su procedencia, tendrá que hacer 10 días de cuarentena. Según el diario The Times, el gobierno se plantea obligar a pasar este aislamiento en un hotel e implementar sistemas de control por GPS y de reconocimiento facial para garantizar el cumplimiento de la norma.

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