Y Cuba se sumó al gran contubernio internacional

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Mientras esperamos con deleite a los 10.000 soldados rusos –deben de haberse quedado encallados en los Urales, pobres– el Abc nos descubre cuál es el último apoyo internacional que se conjura para partir España. Gira el bombo, cae la bolita y un niño de San Ildefonso lee con voz irritante el titular: “La inteligencia cubana se infiltra en los CDR y la izquierda radical”. ¡Ha salido Cuba! Un nuevo país que se suma a este eje del mal que ya incluye Bélgica, Alemania, el Reino Unido, Rusia, Israel, medio América del Sur, los países del Magreb y Andorra. “El castrismo usa sus asociaciones en España para apoyar al independentismo catalán y vasco”, detalla el subtítulo, impreso sobre una fotografía donde se ve, en sendas sillas de plástico, a Robert Morral –a quien el diario define como “líder de los CDR”, demostrando una vez más que no ha entendido cómo funcionan los Comités– y Gustavo de la Torre, presidente de las asociaciones de cubanos en España, en un acto celebrado en Barcelona el 2019. El diario consigna unos vínculos entre asociaciones que, a priori, no tienen más interés. Si la teoría de los seis grados de separación dice que Naomi Campbell y yo estamos solo a seis pasos de distancia, ¿cómo queréis que no haya contactos entre partidos catalanes y españoles cercanos al comunismo y entidades de uno de los pocos países donde este régimen económico todavía es vigente? El diario, claro, lo llena de referencias turbias. Que si no pasa nada en la embajada cubana sin que tal persona lo apruebe. Que si “los violentos CDR”.

Además de hacer opinión, yo también escribo noticias. Y sé como puede ser de difícil preparar el diario de lunes, con la actividad de domingo a medio gas. Pero si se gastan muchas veces más el recurso del enemigo exterior, al Abc solo le quedará brandar el papu de Liechtenstein, Kiribati y Madagascar. 

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