El día en que 'La Razón' dejó caer a Mariano Rajoy

Mariano Rajoy se palpa la espalda y comprueba que aquel calor que irradia por todo su cuerpo proviene del metal de una daga. La sangre le chorrea por la túnica. Y pronuncia las inmortales palabras: "¿Tu quoque, Marhuenda?"

Que El País se frote las manos con la imputación de la ex secretaria general del PP Dolores de Cospedal por el espionaje ilegal a Bárcenas, entra dentro de lo que es esperable. Que el Abc titule en portada "La imputación de Cospedal señala al PP de Rajoy" ya tiene más gracia, porque supone adherirse a Pablo Casado y dejar que la gangrena ampute un pasado con el cual estuvieron muy cómodos una pila de años. Pero que La Razón empiece su crónica con la siguiente frase sí que es del todo inesperado: "La semana estaba torcida para el Gobierno, y en la alegría del PP ha vuelto a cruzarse el lastre de la gestión de Mariano Rajoy y de los escándalos que acompañaron a aquella etapa". El director del rotativo ejerció varios cargos institucionales a las órdenes de Rajoy –antes de que llegara a la Moncloa– y nunca ha disimulado la simpatía personal que le tiene. Poca gente le ha sacado tantas castañas del fuego al ex presidente, desde el diario o las tertulias televisivas. Que ahora La Razón considere que el ex presidente es un lastre y alguien de quien se puede renegar... "Tres veces me negarás, apóstol Pedro, antes de que cante el gallo".

Por cierto, la crónica en cuestión incluye también esta simpática frase: "Rajoy «todavía tiene sus estructuras de poder e influencia, que llegan hasta el ámbito judicial», o así confían dentro de la dirección popular". Les tendría que haber avisado, sufridos lectores, para que abrieran la ventana y corriera el aire. Pero no les quería privar del extraño placer de husmear el hedor de la prevaricación reconocida sin complejos, ni que sea parapetados detrás una fuente anónima. Y, a pesar de todo, por algo se empieza.