Un ‘Line of duty’ real con periodistas y policías corruptos

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Ocho años y dieciséis millones de libras esterlinas después, la comisión independiente que investigaba el asesinato del detective Daniel Morgan –ocurrido en 1987– ha presentado sus conclusiones. Son 1.200 páginas en el entorno del joven investigador que apareció muerto en el aparcamiento de un pub con una hacha clavada en la nuca. Según se decía, estaba a punto de desvelar la corrupción sistémica que afectaba a la policía. Y, si bien la comisión no ha podido concluir de manera definitiva que lo asesinaron para silenciarlo, en el estudio aparecen muchos ejemplos de relación entre la policía y la prensa, sobre todo News of the World, que hacen poner los pelos de punta. El editor Rupert Murdoch fue grabado inadvertidamente, en 2013, admitiendo que los policías vendían historias suculentas a 500 libras la pieza. Y los pelotones antidrogas que detuvieron en los 60 a John Lennon, George Harrison y Dusty Springfield, entre otros, solo practicaban el arresto una vez habían subastado entre los periódicos la exclusiva de poder fotografiarlo. La connivencia era tan descarada que uno de los comisarios, Lord Steven, saltó directamente del cuerpo de policía a la nómina del tabloide de Murdoch. Teniendo en cuenta que algunos de los sospechosos del asesinato eran amigos de periodistas de News of the World, el movimiento fue poco edificante. "Los enlaces demostrables entre el personal del más alto nivel de la Metropolitan Police y gente que trabajaba para una organización criminal involucrada en el asesinato de Daniel Morgan son preocupantes y de interés público", concluye el informe.

Los seguidores de la magnífica serie Line of duty deben de haber encontrado paralelismos evidentes entre esta ficción y la cruda realidad. De hecho, en uno de los episodios se hace una referencia explícita al caso. Estaría bien saber si alguna productora española se atrevería a ficcionalizar las relaciones espurias que hay entre la policía y algunas redacciones.

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