Pasar de puntillas por la crisis de Ciudadanos

Bastante trabajo tenemos los periodistas para explicar lo que acaba de pasar como para que encima nos pongamos el frac y pasemos a efectuar los preceptivos cobros de facturas a los perdedores. Y, aun así, esto es lo que se emperran en hacer muchos diarios al día siguiente de unas elecciones. "Nadie en el PSOE asume la responsabilidad del fracaso", dice el Abc, en primera página. El Mundo, en cambio, interpreta que "El PSOE asume como un «aviso» a Sánchez la debacle de Madrid". Hace gracia, porque si esto del PSOE es una debacle, ¿cómo tendríamos que llamar a pasar de 26 diputados a 0, como ha hecho Ciutadans? ¿Hecatombe? ¿Apocalipsis? Yo propongo Arrimagedón. Pero El Mundo pasa de puntillas por encima de la crisis en la Gran Casa Naranja de la Crispación. En cambio, el Abc, que se la tenía más jurada a Cs, ya el miércoles metía un poco de caña con el titular: "¿El fin de Edmundo?", que sonaba como si cierto monarca en excedencia que mis abogados me aconsejan no especificar anunciara el fin del mundo. Y, claro, como no se ha derramado sangre en el partido, este jueves sí que estiraban de las orejas a la líder de la formación: "Arrimadas despacha la crisis de Cs con el ascenso de Bal. Lo nombra número dos del partido después de la defenestración, esquiva la autocrítica y mantiene la ejecutiva". Mientras tanto, La Razón dice que la Moncloa está preparando "un nuevo Sánchez" y atribuye los malos resultados madrileños a la alianza con podemitas y separatistas, sin entrar en valorar si el candidato Gabilondo era lo más indicado para plantear como alternativa a Isabel Díaz Ayushow.

En Catalunya, sin embargo, hay ganas de pasar página. El Periódico, El Punt Avui y el ARA dedican espacios menores a Madrid, mientras que en La Vanguardia sigue abriendo, en este caso con "El PSOE espera una reacción de Sánchez después del desastre electoral". Pero la fiebre remite. Sabina ya no canta aquello de Pongamos que hablo (demasiado) de Madrid.