Fiasco con el certificado covid

Salud suspende el uso del QR para entrar en bares, restaurantes, gimnasios y residencias al menos hasta el lunes, pero lo mantiene para el ocio nocturno

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Un camarero valida el código QR del pasaporte Covid  de un cliente

La obligatoriedad del certificado covid para entrar en bares, restaurantes, gimnasios y visitar residencias de gente mayor ha durado tan solo unas horas de momento. Salud ha decidido suspender temporalmente el nuevo requisito por los problemas de colapso informático que impedían desde ayer a los usuarios descargarse el documento en la web de La Meva Salut. En un comunicado urgente, el departamento ha tomado la decisión hasta que se resuelvan las incidencias que han hecho que las colas virtuales a lo largo de la mañana llegaran a decenas de miles de ciudadanos que esperaban hacer la gestión. El certificado covid se mantiene así como un requisito obligatorio para acceder al ocio nocturno (ya lo era desde octubre) y para viajar por la UE. La comisión delegada del covid-19 se reunirá lunes para hacer una nueva valoración de la situación y establecer una nueva fecha para retomar la obligatoriedad del certificado a bares, restaurantes, gimnasios y residencias.

El colapso del sistema para obtener el pasaporte empezó ya este jueves, desde que los tribunales dieron el visto bueno a la ampliación del certificado que anunció el martes la Generalitat. A pesar de que en un primer momento el departamento confiaba en poder revertir la "lentitud" del sistema, finalmente ha optado por suspender la medida. En los últimos cuatro días, según Salud, se han expedido 707.000 certificados. De hecho, los últimos días también se ha observado un aumento de las vacunaciones, tanto de las primeras como de las segundas dosis, que son necesarias para descargar el QR. La secretaria de Salud Pública, Carmen Cabezas, ya anticipaba que podría producirse esta situación teniendo en cuenta que sería obligatorio disponer del documento para hacer actividades sociales que afectan a mucha población. También pronosticó que los primeros días habría un repunte de las nuevas dosis administradas y esta premisa se ha cumplido en los puntos de vacunación donde no hay que pedir cita, como la Fira de Barcelona, donde la última semana se han puesto 6.863 dosis, unas 1.700 diarias de media. La semana anterior se estaban poniendo entre 800 y 1.200, en función del día.

"La herramienta funciona, no ha sido precipitado [ampliar el uso del certificado], pero sí que tenemos que analizar qué ha pasado desde el jueves por la noche hasta hoy con este tráfico intenso", ha afirmado el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, este viernes al mediodía en una visita institucional a Vic, donde ha admitido que "no tiene sentido" mantener una medida si no se puede garantizar su viabilidad el día que entra en vigor. Por eso, ha pedido "paciencia" a los ciudadanos, que aprovechen el fin de semana para descargarse el documento con calma y que no vayan a los Centros de Atención Primaria (CAP), después de que a lo largo del día se hayan visto colas para pedirlo en papel.

Dificultades para aplicar la norma

Además de las dificultades de los usuarios para obtener el documento, si no se lo habían descargado anteayer por algún otro motivo, los establecimientos como bares y restaurantes también se adaptaban como podían esta mañana a las nuevas normas de acceso. En algunos todavía no se pedía el certificado, tal como ha podido comprobar el ARA, mientras que en otros se evaluaba sin pedir ningún documento de identidad al cliente. El Gremi de Restauració ha asegurado que todos los establecimientos agremiados cumplían esta mañana la normativa y habían sido puntualmente informados de todo a pesar del poco margen de tiempo en el que se había autorizado e implementado la medida. Las mismas fuentes subrayaban que el cómo se implanta esta nueva medida varía en función de la dimensión de cada establecimiento y del personal del que se disponga.

En algunos establecimientos de restauración donde hoy de buena mañana ya se empezaba a pedir el certificado a la clientela, la cola se formaba a las puertas mientras los camareros escaneaban el código QR del certificado con una aplicación móvil para comprobar la validez. Para los que no querían hacer colas, las terrazas (hoy ya sin lluvia) eran la alternativa, puesto que en exteriores la normativa no obliga a presentar el certificado covid para consumir.

También los gimnasios se estrenaban pidiendo el certificado covid para acceder. En el Centro Deportivo Municipal de la Estació Nord de Barcelona los clientes lo mostraban en la recepción y uno de ellos explicaba a la salida que le han dicho que era suficiente con hacerlo hoy porque ya quedaba incorporado en su ficha que disponía del documento.

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