La cruzada del fiscal contra la 'banda' de Trapero

Carballo 'acusa' al interrogar a Molinero, Comes y Castellví de complicidad con el Govern

Ernesto Ekaizer
2 min
L'excomissari superior de Mossos Joan Carles Molinero, declarant a l'Audiència Nacional

MadridAunque Josep Lluís Trapero y Teresa Laplana son los dos únicos acusados del cuerpo de los Mossos d’Esquadra por los hechos del 20 de septiembre y el 1-O de 2017, el teniente fiscal Miguel Ángel Carballo intenta, desde el primer día del juicio, sentar de facto en el banquillo también a lo que considera la guardia pretoriana o la "banda" del mayor, los comisarios que declaran en calidad de testigos.

Ya fue evidente en el turno del comisario Ferrán López -que ayer estuvo presente entre el escaso público de la sala-, pero se ha convertido en una cruzada durante sus interrogatorios de los comisarios Joan Carles Molinero, Rafael Comes y Manuel Castellví.

Ese tono de cruzada invade la sala habida cuenta de que al presentar las presuntas pruebas -informes, atestados y correos electrónicos- recrimina a cada uno de los testigos, en términos personales y directos, sin ocultar su estilo inquisitorial, por no haber actuado cuando eran conocedores que debían hacerlo en relación con el 20 de septiembre, durante la fase preparatoria del referéndum y en la misma jornada del 1-O.

Vamos: que no actuaron a sabiendas de que se convertían en cooperadores necesarios de los responsables políticos del referéndum ilegal.

La cruzada supone cuestionar de hecho toda la instrucción que la propia fiscalía de la Audiencia Nacional y la magistrada Carmen Lamela hicieron desde los primeros días de octubre de 2017, y, entre otras cosas, implica plantear retrospectivamente varias preguntas cruciales.

En lo que se refiere al procedimiento, ¿por qué el mayor Trapero, a diferencia de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, no ingresó en prisión provisional por el delito de sedición? ¿Por qué ellos sí y el que se suponía el Pancho Villa de Puigdemont – imagen que intentaba transmitir el magistrado Pablo Llarena- no?

Y ya con carácter político más general: ¿por qué el ministro del Interior Juan Ignacio Zoido nombró, sin objeción alguna del coronel Diego Pérez de los Cobos, a Ferran López, número dos de Trapero, el jefe de los Mossos en la madrugada del 28 de octubre de 2017, tras cargarse con el artículo 155 a Trapero?

Los interrogatorios de Carballo, mira por dónde, han confirmado algo que era evidente: el carácter colegiado de cada uno de los pasos en la elaboración del plan de actuación y de las pautas de los Mossos el 1-O.

Según declaró el coronel Pérez de los Cobos –“no sabía que Ferran López era el numero dos de Trapero”- la responsabilidad siempre es individual del comisario jefe, en este caso del mayor. Porque de acuerdo con la gracieta que hizo en su declaración, en respuesta a la letrada Olga Tubau, “es quién más cobra”.

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