Un nuevo Govern para una nueva etapa

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Pere Aragones entrando en  Palau de la Generalitat

Tanto la escenografía y los simbolismos de la toma de posesión de Pere Aragonès como 132º president como, sobre todo, la composición de su ejecutivo confirman que ERC y Junts quieren inaugurar una nueva etapa. Es muy significativo que en el nuevo Govern solo repiten, además del propio Aragonès, dos nombres: Jordi Puigneró, que será vicepresidente y ocupará la cartera de Políticas Digitales y Territorio, y Teresa Jordà, que se mantiene en Agricultura sumando las competencias de Acción Climática. El resto de consellers todos son nuevos, y destaca la presencia de independientes (5 de 14) y la mayoría de mujeres (8 de 15, contando al president). La presencia de independientes va ligada a la incorporación de perfiles técnicos, un mensaje con el que se quiere resaltar que el momento actual pide hacer hincapié en la gestión.

De entre estos fichajes destaca sobre todo el del ex directivo de la Fundació "La Caixa" Jaume Giró, que se encargará del departamento de Economía, y el del actual secretario de Salud, Josep Maria Argimon, que relevará a la consellera Alba Vergés, en un paso que marca el acceso de los técnicos a las máximas responsabilidades de gobierno. También hay que destacar la elección de la catedrática Tània Verge, una de las principales especialistas en feminismo del país, para ocupar la conselleria de Feminismos, de nueva creación. En el resto del ejecutivo hay un evidente rejuvenecimiento pero también se incorpora a una persona de amplia trayectoria, como el exalcalde de Vilanova i la Geltrú Joan Ignasi Elena, para la siempre difícil conselleria de Interior. En todo caso el mensaje está claro: para llevar a cabo la "sacudida" que necesita el país, en palabras del propio Aragonès, había que renovar en profundidad el Govern. Y así se ha hecho.

El acto de toma de posesión también reflejó esta voluntad de hacer fuego nuevo. Contribuye a ello la juventud del nuevo president, que asistió con su mujer llevando cogida de la mano a su hija Clàudia, de solo dos años. El president tendrá que ser capaz, a partir de ahora, de imprimir en el ejecutivo la coherencia y la velocidad de crucero necesarias. En su discurso, Aragonès apuntó en varias ocasiones que su objetivo es que todos los ciudadanos, con independencia de su origen y estatus social, puedan lograr la felicidad. Es una idea que entronca con los utilitaristas ingleses (Jeremy Bentham) y que Thomas Jefferson recogió en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. En la práctica quiere decir que si una medida beneficia a la mayoría siempre será mejor que si solo conviene a unos pocos. Este es el origen de los valores republicanos que Aragonès quiere imprimir a su mandato y que también subrayó insistiendo en presentarse como el primer servidor público de Catalunya.

En los próximos días el nuevo ejecutivo se pondrá en marcha con una larga lista de deberes y retos por delante. Y nuestra misión será evaluar la acción de gobierno y compararla con lo que consta en los acuerdos de gobierno. Porque esta función de vigilancia de los medios de comunicación también forma parte del bagaje republicano, y especialmente el jeffersoniano.

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