Sociedad Civil Catalana, en crisis: forzada al ERTE y a abandonar la sede

El presidente de la entidad es uno de los afectados por el expediente de regulación temporal de empleo

Anna Mascaró
2 min
Sonia Reina, Fernando Sánchez Costa i Àlex Ramos, aquest matí

BarcelonaSociedad Civil Catalana (SCC) ha sido una de las muchas organizaciones afectadas por la crisis que ha seguido al coronavirus. La entidad lleva desde abril sin sede física (no renovaron el contrato de alquiler) y ha hecho un ERTE a todos los trabajadores, tal como ha avanzado Vozpópuli y ha confirmado el ARA. Además, según explican fuentes de la entidad, también se ha hecho un ajuste de la plantilla que ha comportado varios despidos.

El ERTE es parcial, apuntan desde la organización, cosa que implica que los afectados pueden trabajar media jornada. Afecta a toda la plantilla, también al presidente de SCC, Fernando Sánchez Costa, el único cargo de la junta directiva que cobra un sueldo como gerente. "Hagamos un llamamiento a la responsabilidad de aquellos que valoran la continuidad de la entidad", afirma en declaraciones al ARA, donde ha insistido en que la dirección está "muy unida" y "supliendo las dificultades económicas con implicación personal de horas y tiempo".

En las últimas semanas, SCC ha liderado varios actos. Durante la Diada, la entidad contrató una avioneta para recorrer la costa barcelonesa con una pancarta contra el Procés, y el 8 de octubre organizó un coloquio con la presencia de los líderes del PSC, Ciudadanos y el PP. Esta semana ha presentado varios carteles propagandísticos con el lema Si tú no votas 'ho tornaran a fer', en el marco de una campaña que tiene por objetivo movilizar al votante constitucionalista de cara a las próximas elecciones catalanas.

Desde la entidad ponen de manifiesto que no tienen deuda y que esperan poder revertir la situación pronto. De momento, trabajan para buscar financiación en proyectos concretos. Fuentes de SCC atribuyen a la pandemia la reducción drástica en las donaciones de particulares, buena parte de las cuales se vehiculaban a través de la Fundació Joan Boscà. No obstante, hay otros elementos que influyen. El declive del Procés ha desmovilizado a buena parte del unionismo. Además, la entidad mantuvo tensiones con los partidos antes de las elecciones del 10-N, en un momento de división entre el PSC, Cs y el PP; especialmente en cuanto a Cs –sus portavoces llegaron a ser muy críticos con SCC públicamente–, a pesar de que desde SCC insisten en que actualmente las relaciones han mejorado significativamente. Voces de la organización admiten además que el cambio de gobierno en España no los ha beneficiado, puesto que mantenían una relación fluida y buenos contactos con el ejecutivo de Mariano Rajoy.

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