Barça

La última victoria de Bartomeu

El TSJC desestima los recursos de los vecinos y de la CUP y da luz verde al Espai Barça

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Imatge virtual del futuro Espai Barça

BarcelonaNo todo son malas noticias para el Barça estos meses. En medio de un verano caótico por la necesidad de cuadrar los números en la parcela deportiva, la justicia sacó la cabeza para dar luz verde al Espai Barça. La remodelación del Camp Nou quedaba pendiente de los dos recursos que habían presentado la Federació d'Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona (FAVB) y la CUP en contra de la Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM). Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) desestimaba los escritos y permitía que la reforma urbanística que aprobó el Ayuntamiento de Barcelona en mayo de 2018 siga teniendo validez. El club, pues, tiene vía libre para sacar adelante las obras.

En realidad ya se habían estado haciendo parte de los trabajos, concretamente la modificación del trazado de la Avinguda Joan XXIII, necesaria porque con la ampliación del estadio las columnas se habrían tenido que situar sobre el asfalto. El club, que según el acuerdo al que llegó con el Ayuntamiento se hace cargo de estas obras, ya había empezado a trabajar en ello hace unos meses, a pesar de saber que existía el riesgo de que la justicia tumbara la MPGM. En este caso, el club habría tenido que negociar una indemnización con el consistorio, en función de los argumentos que los magistrados hubieran esgrimido para frenar el proyecto. Un paso que no será necesario. De todos modos, la sentencia no es firme y tanto la FAVB como la CUP pueden presentar recurso de casación.

El interés público del proyecto

La gran batalla de los vecinos y de la CUP consistía en cuestionar el interés público que tenía el proyecto. Así, veían la modificación urbanística como un favor a una entidad privada para que pudiera obtener más beneficios. Las objeciones no eran sobre cuestiones de forma, sino que creían que infraestructuras derivadas del Espai Barça, como los tres edificios anejos al Camp Nou donde se instalarán varias oficinas y un hotel, eran innecesarias y no se tenían que construir. La sección tercera de la sala de lo contencioso administrativo del TSJC, sin embargo, ha considerado que las demandas no tenían razón de ser. Además, ha impuesto a la FAVB y a la CUP el pago de los gastos del juicio, además de una indemnización de hasta 1.000 euros a las partes demandadas (Ayuntamiento, Generalitat y Barça) para hacer frente a las minutas de los abogados contratados para este litigio.

El TSJC considera probado el interés público del proyecto, que tanto el Barça como el Ayuntamiento y la Generalitat habían defendido en el informe previo. De entre la lista de argumentos, se ha tenido en cuenta que se conseguían nuevos espacios abiertos al público en terrenos privados del Barça o que la construcción de un gran aparcamiento subterráneo permitirá eliminar los coches y las motos de la explanada del estadio y limitar el estacionamiento a las zonas señalizadas en la Travessera de las Cortes.

La sentencia se puede considerar como la última victoria de Josep Maria Bartomeu, expresidente del Barça, que siempre defendió el Espai Barça como una parte muy importante de su legado. Los gestores actuales de la entidad, con el presidente Joan Laporta al frente, discrepan de muchas de las actuaciones de la directiva saliente referentes a la remodelación del Camp Nou. Básicamente, piensan que se habría podido encontrar una solución mejor para los edificios anejos o que se han estirado demasiado los plazos, hasta el punto de marcharse sin haber empezado las obras principales en el estadio. Pero Bartomeu y los suyos no lo tuvieron fácil, sobre todo por las demandas de los vecinos, que se opusieron frontalmente al proyecto desde el primer día. Las negociaciones con este colectivo y el cambio de titularidad en el consistorio (en 2015 Ada Colau pasaba a ser la nueva alcaldesa, en lugar de Xavier Trias), son los argumentos que usan los ex directivos para justificar que ese proyecto que se aprobó en referéndum para empezar en 2017 siga igual en 2021.

La nueva junta, expectante

En este caso concreto, la nueva directiva no ha tenido nada que ver. "Cuando llegamos ya estaba todo listo. Saliera cara o saliera cruz, era cosa de los anteriores gestores", apuntaba al ARA una voz cercana al presidente Laporta. Bartomeu puso el caso en manos del bufete de abogados Garrigues, que se encargaron de buscar la justificación al proyecto. A su vez, el Ayuntamiento y la Generalitat, como partes demandadas -avalaron el MPGM-, también presentaron sus escritos de defensa. Los magistrados se reunieron para deliberar el 8 de junio, pero ya advirtieron de que se tendría que esperar para tener sentencia "por la complejidad" del caso. Ha llegado casi un mes después.

Ahora que el Barça ya sabe que puede sacar adelante la remodelación del estadio, solo falta poner fecha al inicio de las obras. Desde el club piden calma, puesto que ahora mismo la prioridad es cuadrar los números y cerrar la plantilla para el curso próximo. Una vez dado este paso, y también cuando los directivos tengan el resultado de la auditoría sobre el Espai Barça, empezarán a poner fechas en el calendario. Por ahora, Laporta ya ha insinuado que intentará modificar los ya famosos edificios anejos al estadio. Y también habrá que rubricar el acuerdo con Goldman Sachs para que avance el dinero de las obras. A la nueva junta le gustaría empezar antes del verano de 2022.

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