¿Diez años son muchos o pocos? Pues depende. Si son diez años de vida de un diario nacido cuando el oráculo daba el periodismo por muerto y el papel prácticamente por desaparecido, cuando el país vivía una profunda crisis económica y los cambios tecnológicos llevaban masivamente a la prensa a dejar la información sin valor bajando el precio por incapacidad de adaptarse a los cambios, pues entonces son muchos y muy satisfactorios.
El ARA cumple diez años y hoy es un diario consolidado, innovador, que hace un periodismo libre, riguroso y comprometido con la sociedad. Un diario que tiene a los lectores en el centro de todas las decisiones y que vive mayoritariamente de los ingresos de sus 40.000 subscriptores y lectores, además del apoyo de unos accionistas comprometidos con la libertad de prensa y la idea de construir un país mejor.
Han sido diez años de esfuerzo conjunto de todos los que aprecian el diario y entienden la profesión como una herramienta útil para mejorar el país. Años de lucha de una redacción exigente, cohesionada y comprometida que enorgullece el oficio, de unos equipos de negocio alineados con los valores y la manera de hacer del diario e imprescindibles para sobrevivir en un mercado en pleno cambio. Diez años de mucho trabajo de un equipo capaz de proteger la independencia de la cabecera cuando ha hecho falta sin renunciar nunca al compromiso con la información pensando en nuestros lectores.
En el ARA hemos demostrado que por delante las ideas de cada uno de nosotros están el periodismo y el intento de comprender la realidad. Defendemos el periodismo como la obligación de explicar al lector la información sobre los temas que lo afectan, sin rehuir debates. Diez años son muchas portadas, muchas noticias, muchos artículos de opinión, miles de colaboraciones, horas y horas de escuchar, debatir, leer y escribir. Diez años son muchas alegrías con los nacimientos en una redacción joven y unas cuantas amargas tristezas con los compañeros que nos han dejado. Nuestro compromiso es con vosotros, nuestros lectores, que nos apoyáis en este viaje por un oficio en el cual creemos y por el cual luchamos en cada línea.
¡Gracias por el apoyo!
