Juan Carlos I, seis meses de autodestierro

Se cumplen este miércoles 3 de febrero de 2021 seis meses del "autodestierro" de Juan Carlos I en Abu Dhabi, capital de Emiratos Árabes Unidos (EAU). En su carta a Majestad, querido Felipe, el rey emérito escribía: "Con el afán de servicio a España que inspiró mi reinado y ante la repercusión pública que generan acontecimientos pasados de mi vida privada, manifestarte mi más absoluta disponibilidad para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones".  Añadía: "Desde la tranquilidad y el sosiego que requiere tu alta responsabilidad... Ahora, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme... fuera de España".

Ni el rey emérito ni la Casa del Rey informan del viaje ni sobre el destino: Abu Dhabi capital de Emiratos Árabes Unidos. Juan Carlos mantiene estrecha amistad con quien manda en en EAU: Mohamed bin Zayed al Nahyan. El rey emérito se aloja en Abu Dhabi en el Emirates Palace Hotel, propiedad del gobierno, situado en una playa de 1,3 km, de 394 habitaciones y suites, ahora gestionado por la lujosa firma Mandarin Oriental. Tanto el mensaje de Juan Carlos I al marchar al autodestierro como su destino difieren, claro está, de la trayectoria de su abuelo, el rey Alfonso XIII, en la noche del 14 al 15 de abril de 1931, tras las elecciones municipales y la proclamación de la Segunda República Española. Su abuelo anuncia que ha querido evitar una guerra civil y señala: "Espero que no habré de volver, pues ello solo significaría que el pueblo español no es próspero ni feliz".

Sale de Madrid hacia Cartagena al volante de su automóvil Duesenberg y desde allí zarpa hacia Marsella en el crucero Príncipe Alfonso de la Armada. Luego irá a París, al encuentro de su. familia que abandona España en tren desde Aranjuez, la mañana siguiente. Alfonso XIII, tiene cuentas bancarias bien guardadas en Suiza e Inglaterra, y con los fondos acumulados paga un largo periplo, a través de hoteles en varias ciudades europeas, hasta instalarse definitivamente en Roma. Ha apoyado el levantamiento nacional contra la república, ha aportado 1 millón de pesetas al golpe militar contrarrevolucionario liderado por Francisco Franco. Y el 15 de enero de 1941 renuncia a la jefatura de la Casa Real en favor de su hijo Juan. Muere de una angina de pecho en el Gran Hotel de Roma, el 28 de febrero de 1941. Sus restos son trasladados en 1980 por orden de Juan Carlos I al Panteón Real del Monasterio de El Escorial.

El autodestierro de Juan Carlos I en Abu Dhabi quedará grabado por una imagen furtiva, tan típica de esta época, donde se le ve bajando de la escalinata del jet privado que aterriza, captada por teléfono móvil y publicada " exclusiva" por el portal Nius el 9 de agosto, seis días después de la partida. Pero el autodestierro tampoco "facilitará" la actividad de Felipe VI como vaticinaba en su carta de adiós Juan Carlos I. Durante estos seis meses las noticias de presuntos actos ilícitos penales han ido poblando los medios de comunicación. Aflora que sus amigos y testaferros han sido interrogados por la Fiscalia Anticorrupción y que el Sepblac (Oficina de Inteligencia Financiera) ha elevado informes sobre sus operaciones con hombres de paja, como su ayudante, el coronel del aire Nicolás Murga.

Será desde Abu Dhabi precisamente desde Juan Carlos dará el sí a sus abogados y fiscalistas para presentar el 9 de diciembre, tras la visita de la infanta Elena, a la regularización de una de sus deudas por haber recibido de su "amigo" el mexicano millonario Allen Sanginés-Krauzea 800.000 € que no ha declarado a Hacienda. Paga por donación en Tributos de la Comunidad Madrid 678.393,72€. Esta regularización es el punto en el cual personalidades del establishment -dividido, algunas fracciones son proclives a amortizar a Juan Carlos I - inicia la campaña de blanqueo, el "pobre emérito", la campaña de la Operación Retorno de Navidad. Carece de toda perspectiva más allá de ser una campaña mediática en la cual arriman el hombro buena parte de los medios de comunicación de España.

Felipe VI y el gobierno de Pedro Sánchez hacen gestos para distanciarse de Juan Carlos I. La Operación Retorno es humo. Y como tal se disipa sin pena no gloria. En enero Juan Carlos vuelve a ser el "pobre  rey" con la aparición de una segunda imagen captada por teléfono móvil donde se le ve caminando por el puerto deportivo, casi arrastrándose, sostenido por dos escoltas, cuyo traslado a Abu Dhabi y gastos son pagados por Patrimonio Nacional. Mientras, las investigaciones prosiguen. El nuevo teniente fiscal, número 2 de la Fiscalia General del Estado, Juan Ignacio Campos, el fiscal que desde junio de 2020 está a cargo en el Tribunal Supremo con otros 5 fiscales en las diligencias sobre Juan Carlos I, seguirá por decisión propia, según confirman a ARA fuentes de la Fiscaiia, a cargo de la investigación.

En Suiza, el primer fiscal de Ginebra, Yves Bertossa, celebrará en febrero una audiencia aplazada dos veces en noviembre y diciembre con el abogado de JCI Dante Canonica y su gestor Arturo Fasana.   Bertossa, según hemos informado, se orienta ahora a Arabia Saudí, a indagar la relación entre la corrupción y el 'regalo" de 100 millones de dólares (64,8 millones de euros) concedido a Juan Carlos I en agosto de 2008, transferidos a su vez como "donación irrevocable" a favor de su examante Corinna zu Sayn-Wittgenstein.