Borràs inicia este martes la ronda de consultas para convocar el pleno de investidura

BarcelonaHavia advertido de que no movería ficha hasta tener la "certeza" de que el candidato republicano, Pere Aragonès, contaba con los apoyos para ser investido, y no ha sido hasta el día después de que JxCat y ERC hicieran público un preacuerdo de gobierno cuando se ha puesto en marcha. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha abierto una nueva ronda de contactos con los partidos para proponer un candidato a la presidencia de la Generalitat. Arrancará este mediodía a las 13 h, con una llamada telefónica al líder del PP, Alejandro Fernández, y seguirá hasta mañana. El orden con la que Borràs recibirá los partidos será de menos a más diputados, y por lo tanto el último será la cabeza de lista del PSC, Salvador Illa.

A pesar de que inicialmente Borràs había comunicado que esta vez los contactos serían telefónicos, finalmente las reuniones serán presenciales excepto con el PP. A las 13.30 h se reunirá con el líder de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, y por la tarde lo hará con los representantes de En Comú Podem, la CUP y Vox. Mañana será el turno de Junts, ERC y los socialistas.

Esta será la segunda ronda de consultas después de que la primera, que se abrió el 23 de marzo, acabara en una investidura fallida del candidato republicano. En esa votación solo ERC y la CUP votaron a favor de Aragonès, que sumó 42 diputados. JxCat se abstuvo y el resto de partidos votaron en contra. Aún así, y a pesar de los intentos de Illa de postularse para el cargo, la presidenta del Parlament siempre ha asumido que el único cabeza de lista con posibilidades era Aragonès, que se enfrentará a un segundo intento de investidura in extremis: la fecha tope para evitar las elecciones es dentro de una semana, el 26 de mayo.

El último debate de investidura estuvo lleno de críticas entre JxCat y ERC. El portavoz de JxCat, Albert Batet, llegó a pedir a Aragonès que no se sometiera a la segunda votación hasta que no hubiera un acuerdo independentista, a lo que el republicano respondió exigiendo unidad ante el covid-19 y la represión. Aragonès se convirtió el 30 de marzo en el candidato menos votado de la historia en una investidura desde la restitución de las instituciones. Aún así, la escasa mayoría del PSC y los vetos cruzados entre partidos evidenciaban que él era la única opción viable para formar gobierno. Después de una negociación agónica que se alargó 90 días, el independentismo llegó finalmente a un acuerdo para desbloquear el inicio de la legislatura.