JxCat y ERC se dan una última oportunidad para evitar el bloqueo

La CUP media para que los dos partidos retomen la negociación

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Imatge de los negociadores de ERC, JxCat y la CUP después de la cumbre al Parlamento

Con el fantasma de las elecciones a la vuelta de la esquina –quedan menos de quince días y las posiciones de Esquerra y Junts siguen enrocadas–, este miércoles ha habido un intento de desencallar la situación de bloqueo y evitar nuevos comicios. Convocados por la CUP –ahora erigida en mediadora de los socios de gobierno–, los tres partidos independentistas se han reunido en el Parlament de forma semipresencial para abordar la situación. De la cita no ha salido una solución, pero sí un pacto de mínimos con cuatro compromisos, plasmados en un comunicado conjunto para escenificar la voluntad de salir del callejón sin salida. Es una foto que no arregla las cosas por sí sola, pero que pone las bases para retomar las conversaciones y conseguir un acuerdo entre los partidos independentistas.

¿En qué punto se encuentran, pues, ahora las negociaciones? El punto de conflicto sigue siendo el mismo. No hay acuerdo entre Esquerra y Junts sobre dónde situar el espacio de debate estratégico del independentismo (si dentro o fuera del Consell per la República) y cuál ha de ser el alcance de sus decisiones. También siguen enrocadas las posiciones sobre el ejecutivo: ahora Esquerra no quiere dar marcha atrás y mantiene que su única opción es gobernar en solitario –reclama que Junts le ceda los votos–, mientras que el partido de Carles Puigdemont insiste en un gobierno de coalición 50-50.

El comunicado, pactado entre Esquerra, Junts y la CUP no concreta nada pero recoge principios ambiguos en los que están de acuerdo. Se comprometen, en primer lugar, a dar una respuesta a la crisis económica y social, además de construir un "muro de defensa" de los derechos fundamentales básicos, que "tienen un amplio apoyo por parte de la sociedad catalana y que no caben en el marco del Estado". El tercer compromiso es impulsar un acuerdo nacional por la autodeterminación que vaya más allá de los partidos y que "agrupe a la mayoría social" que es favorable al referéndum. Manifiestan el compromiso "inequívoco" con el diálogo y también con un "embate democrático", que no definen, para ejercer la autodeterminación y lograr la amnistía "durante la próxima legislatura".

El comunicado no hace referencia explícita al Consell per la República, que es uno de los puntos de conflicto entre Esquerra y Junts, pero sí que, en el cuarto punto, hace mención de un eventual espacio de coordinación estratégica de las formaciones soberanistas. La idea de mínimos es "lograr un espacio para el debate de la estrategia independentista más allá del marco de la gobernabilidad". ¿Y qué significa esto? Ninguno de los partidos ha querido, por ahora, dar una explicación pública. Fuentes de ERC interpretan que el acuerdo pasa por dejar el debate sobre la estrategia para más adelante y, así, facilitar la investidura inminente de Pere Aragonès. Es una cuestión en la que JxCat, hasta ahora, no estaba de acuerdo. Fuentes de Junts creen que el documento "encarrila" la unidad y mantienen que la mejor "opción" es formar un gobierno de coalición entre ellos y los republicanos, pero interpretan el cuarto punto de manera diferente. Creen que no significa que se pueda formar un ejecutivo sin haver pactado este punto, sino que la estrategia independentista va "más allá" de la Generalitat.

Estos cuatro puntos son solo las bases que pueden permitir a Esquerra y a Junts volver a la mesa de negociación, frustrada desde el fin de semana por las desavenencias internas. Después del encuentro de la mañana, los negociadores no se han reunido formalmente por la tarde, de manera que mañana jueves, con el pleno en el Parlament, se esperan más contactos entre los diputados. El vicepresident, Pere Aragonès, se someterá a la sesión de control y a la comparecencia para rendir cuentas de las medidas contra el coronavirus en un ambiente enrarecido: si las relaciones entre Esquerra y Junts eras malas, en los últimos días han empeorado todavía más.

En todo caso. este miércoles lo han intentado superar con unidad, al menos escénica. Los miembros de los equipos negociadores de Esquerra, la CUP y Junts no han hecho declaraciones, pero se han mostrado a los medios de comunicación juntos para que captasen imágenes del intento de recobrar la unidad independentista.

A la reunión –semipresencial– en el Parlament han asistido los equipos negociadores de Esquerra, la CUP y Junts. Por parte de los republicanos estaban Marta Vilalta, Josep Maria Jové, Sergi Sabrià y Laura Vilagrà; de Junts, Francesc Dalmases, Josep Rius y Jordi Sànchez desde la prisión, y por parte de la CUP, Eulàlia Reguant, Carles Riera, Pau Juvillà y Xavier Pellicer.

Marta Vilalta y Sergi Sabrià (ERC) con Francesc Dalmases (JxCat).

La CUP hace de mediadora

Además del pacto de mínimos para retomar el diálogo, la mañana también deja como hecho destacado que la CUP se erija como mediadora en el conflicto entre los dos socios de gobierno. La situación, por lo tanto, es la opuesta a las dos anteriores negociaciones para la investidura, en 2016 y el 2018, cuando eran precisamente los cuperos lo más refractarios a sacarlas adelante. Esta vez, sin embargo, la CUP ha decidido arremangarse ante la situación de bloqueo total. En una entrevista con Catalunya Ràdio, el diputado de la CUP Carles Riera ha defendido que el acuerdo todavía es posible a pesar de admitir que el escenario de elecciones es ahora el "más probable": "Si nos ponemos de acuerdo en estos puntos será más fácil que se desbloquee la situación porque son propuestas de sentido común y que gobierne quien gobierne se pueden asumir", ha expresado. También ha reclamado "responsabilidad y amplitud de miras" a los otros dos partidos, a quienes ha pedido trabajar para superar "las miserias del día a día".

La fotografía de la situación, pues, no ha variado apenas en las últimas horas, pero sí que ha habido un cambio en el ambiente: ha habido un intento de recobrar la unidad y las entidades soberanistas –ANC ha convocado una manifestación para el domingo para reclamar un acuerdo– ya comienzan a hacer presión ambiental para evitar elecciones y poner el riesgo el 50% de votos independentistas. Ir a elecciones no es la preferencia de ninguno de los actores independentistas pero lo cierto es que si no ceden, el escenario más probable hoy continúa siendo volver a las urnas.

Poble Lliure defiende "reabrir" el debate en la CUP sobre su entrada en el Govern

El día en el que la CUP se ha ofrecido como mediadora entre JxCat y ERC, Poble Lliure también ha aprovechado para volver a pedir que los cupaires reabran el debate sobre su entrada en el Govern. "Si las conversaciones avanzan, habría que reabrir el debate en el seno de la CUP-Guanyem sobre la necesidad de entrar en este Govern y negociar las condiciones", defienden en un comunicado. La organización –una de las que forma parte de la CUP– también pide "renegociar y concretar" el acuerdo con ERC con el resto de actores independentistas para avanzar en la "ruptura democrática para la independencia" y "desarrollar los acuerdos sociales y económicos del pacto". Poble Lliure considera que la CUP se quedó "a medio camino" con un acuerdo "insuficiente " con los republicanos.

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