La CUP insta a Aragonès a "abandonar" el diálogo y trabajar ya por un nuevo referéndum

Los cuperos consideran que el 'president' "llega tarde" porque el pacto con el Estado es "imposible"

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El diputado de la CUP Xavier Pellicer compareciendo en rueda de prensa desde el Parlamento  este martes

El llamamiento este domingo de Pere Aragonès a buscar "alternativas" alp diálogo si el Estado no ofrece "resultados tangibles" no ha servido para acercar de nuevo a la CUP a la mayoría que sostiene el Govern. Los cuperos han dejado claro este martes que el president "llega tarde" porque la negociación con el gobierno español ya ha "fracasado". "¿Cuántas evidencias necesita [...] para abandonar la vía de un pacto con el Estado que es imposible?", se ha preguntado el diputado Xavier Pellicer en rueda de prensa en el Parlament. A pesar de que los anticapitalistas han llamado a los republicanos a volver al "espíritu del acuerdo de investidura", donde se preveía la posibilidad de un nuevo "embate democrático", dan por amortizado el margen de dos años que también habían concedido a las conversaciones con la Moncloa y han reclamado empezar a generar ya "las condiciones" para hacer un nuevo referéndum. "Solo con el permiso del pueblo de Catalunya", ha remarcado Pellicer.

Con el horizonte de una nueva reunión de la mesa de diálogo prevista para principios de 2022, y un día después de que el PSOE enfriara la urgencia de llegar a acuerdos, Pellicer ha reiterado que la negociación "ha nacido fracasada desde el primer momento" porque "excluye la autodeterminación". Ante este escenario, ha instado a Aragonès a rechazar "proyectos caducos" y poner la directa con una "agenda propia que deje de ir a remolque de un Estado que no nos reconoce". "Hay una alternativa al continuismo, al estancamiento sin ningún tipo de horizonte y a la alianza con el PSOE", ha dicho en referencia al entendimiento de republicanos y socialistas en Madrid. Y ha añadido: "No nos podemos quedar de brazos cruzados, hay que marcarnos un horizonte conjunto para avanzar, y esto implica poner las condiciones para hacer un referéndum en esta legislatura".

La propuesta de los cuperos pide hacer una nueva consulta en este mandato para hacerla coincidir con el referéndum que el gobierno escocés quiere celebrar también por estas fechas. El objetivo: internacionalizar el conflicto y llevar el debate sobre la autodeterminación a Europa. Tanto ERC como Junts, sin embargo, rechazaron durante el debate de política general la celebración de un nuevo referéndum unilateral, y abrieron así una primera crisis con los anticapitalistas que se agravaría con la ruptura por los presupuestos, finalmente aprobados con los comuns. La posibilidad de buscar "alternativas" al diálogo planteada por Aragonès en su discurso institucional de Navidad, de hecho, llegaba después de que la formación asamblearia aprobara una ponencia muy crítica con el ejecutivo. Señalando el ''inmovilismo" que atribuyen a las dos grandes fuerzas independentistas, los cuperos dirigen ahora su hoja de ruta a fomentar la "desestabilización" del ejecutivo y a hacer de "oposición frontal a la deriva autonomista del soberanismo gubernamental".

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