El gran reto de Yolanda Díaz

MadridHace poco más de medio año, Yolanda Díaz se despedía desde el hemiciclo del Congreso y entre lágrimas de quien la había ungido como su sucesora. En marzo, Pablo Iglesias decidía dar un paso atrás: dejaba la vicepresidencia segunda del gobierno para presentarse a las elecciones madrileñas del 4-M. El ya ex líder de Unidas Podemos preparaba el terreno para su relevo y ya había elegido a la persona que lo sustituiría: Yolanda Díaz. Desde que la ministra asumió las riendas de la vicepresidencia tercera del gobierno, su popularidad ha ido en aumento en las encuestas y el optimismo en el espacio es casi unánime. Quedan, sin embargo, dos años para que la ministra se ponga a prueba en unas elecciones generales y, de hecho, el proyecto que prepara para dar el salto a la Moncloa está todavía en una fase embrionaria.

Hay muchos hilos por enfilar y muchas piezas por encajar. Pero, de entrada, Díaz tiene las encuestas de cara. Todavía con Pablo Iglesias en el gobierno, la ministra de Trabajo ya tenía buenos números, mejores incluso que los del propio ex líder de Podemos. Si nos guiamos por los sondeos del CIS, Díaz siempre ha sido mejor valorada que Iglesias desde el inicio del gobierno de coalición. En marzo de 2020 los dos suspendían, pero la ministra de Trabajo ya estaba entre los ministros que obtenían mejor nota con un 4,3 y superaba a Iglesias, que obtenía un 3,7. Casi un año después, Díaz se consolidaba entre los miembros del gobierno mejor valorados, con un 5,2, junto a la titular de Defensa, Margarita Robles, y a la de Economía, Nadia Calviño, las dos con un 5,3. Pablo Iglesias seguía sin aprobar y, de hecho, las encuestas reflejaban que su perfil polarizaba cada vez más.

El de Díaz, en cambio, tenía el efecto contrario. La prueba es que, desde julio, la vicepresidenta no solo está bien valorada entre los suyos, sino también entre el electorado del PSOE. En el CIS de julio, un 9,8% de los encuestados que habían votado a los socialistas en las últimas elecciones generales decían que si tenían que elegir entre Pedro Sánchez o Yolanda Díaz para ser presidente optarían por la ministra de Trabajo. El porcentaje ha ido creciendo hasta un 16,1% en el CIS de este mes de octubre, en el que ya era la segunda opción preferida para llegar a la Moncloa.

¿Cómo se explica? De entrada, Díaz es la ministra de Unidas Podemos que pilota la cartera con más competencias: Trabajo. En sus manos, por ejemplo, ha tenido la subida del SMI o la gestión de los ERTE durante la crisis sanitaria. Una medida aplaudida en el Estado, pero también a escala europea. En un momento de crisis económica, su perfil gestor ha prevalecido por delante del rol más político que había asumido Iglesias. Es, de hecho, esta línea la que quiere seguir su equipo de cara a los próximos meses: huir de los discursos más épicos y centrarse en la gestión del día a día.

El “frente amplio”

“A Yolanda nadie la cuestiona internamente”, apunta un dirigente del espacio violeta. El consenso en el seno de Unidas Podemos es prácticamente total para que sea la ministra de Trabajo quien lidere la etapa post Pablo Iglesias. Pero el principal reto de la ministra es superar la coalición y aglutinar todo el espectro de la izquierda alternativa bajo un mismo paraguas: desde Unidas Podemos hasta Más País. En las últimas semanas, Díaz ya se ha dejado ver en actos con dirigentes de Podemos como la ministra de Igualdad, Irene Montero, o la de Derechos Sociales y secretaria general del partido violeta, Ione Belarra. Pero también junto a la alcaldesa y líder de los comuns, Ada Colau, y próximamente lo hará con la líder de Compromiso, Mònica Oltra, en un acto en el País Valenciano en el que también estará la diputada de Más Madrid Mónica García. Esta es la principal incógnita, de hecho: si podrá unir bajo una misma plataforma al partido de Íñigo Errejón junto a Podemos. “Si alguien lo puede conseguir es Yolanda Díaz”, decía hace pocos días Montero en Público.

A principios del año próximo es cuando Díaz tiene previsto iniciar oficialmente el llamado proceso de escucha por todo el territorio con reuniones con partidos pero también con representantes de la sociedad civil para preparar el “frente amplio” que se tendría que traducir en una candidatura de cara a las próximas generales. Entremedias, sin embargo, es probable que se convoquen elecciones autonómicas y municipales, y aquí se tendrá que ver cómo el hecho de que candidaturas como Más Madrid y Unidas Podemos puedan competir en la capital española acaba incidiendo en la creación de la plataforma.

Catalunya es una variable importante a la hora de lograr el reto. Desde su equipo admiten que es de los territorios del Estado donde menos la conocen. Por eso, los comuns aseguran que de cara a los próximos meses vendrá más a menudo a Catalunya, informa Anna Mascaró. A estas alturas, sin embargo, todavía no hay una agenda definida. Además, hay un dato significativo del último CIS a tener en cuenta: un 44% de los votantes de los comuns la prefieren de presidenta, pero un 22% optarían por Errejón.

Consciente de la magnitud del reto, en el congreso de CCOO de este fin de semana, Yolanda Díaz pedía toda la complicidad del asociacionismo, uno de los pilares en el que prevé apoyarse: “Serán necesarias todas las manos, todas las mentes y todos los corazones”. Quedan dos años para ver si la ministra logra un hito que nunca ha sido una tarea fácil.