Los grupos que no tengan representación en la mesa tampoco podrán asistir como oyentes

BarcelonaLaura Borràs ha presidido este martes por la mañana la primera reunión de la mesa del Parlament después de la constitución de la cámara del viernes. El encuentro ha sido más bien de trámite. Entre las pocas decisiones que se han tomado destaca que los grupos que no tengan representación en la mesa no podrán asistir como oyentes como hacían hasta ahora. La expresidenta de la cámara catalana Carme Forcadell decidió instaurar esta medida y permitir a todos los grupos parlamentarios la asistencia a las reuniones de la mesa, en las cuales podían también intervenir pero no votar. La decisión de Forcadell la mantuvo también el hasta hace poco presidente de la cámara, Roger Torrent.

Fuentes parlamentarias han explicado que los grupos que no tienen representación en la mesa podrán tener voz, como es habitual, en las mesas ampliadas –que se convocan para temas económicos y organizativos de la cámara– que se convoquen y en la junta de portavoces. Con esta decisión, la mesa se garantiza que en sus reuniones habituales no esté Vox –hay un cordón sanitario contra la extrema derecha acordado por todos los partidos excepto el PP y Ciudadanos–, que, como el resto, sí podrá estar en las mesas ampliadas y en las reuniones de la junta de portavoces. La decisión deja también fuera de los encuentros de la mesa a En Comú Podem, Ciudadanos y el PP.

La decisión ya la ha censurado el líder de Ciudadanos en el Parlament, Carlos Carrizosa, que la considera "inaudita", porque asegura que responde a la "voluntad de exclusión de todo aquel que no es separatista". "Es indignante, es un parche del Consell per la República", ha afirmado Carrizosa en rueda de prensa, que ha responsabilizado de ello directamente a la presidenta del Parlament, Laura Borràs: "Ya sabíamos que fraccionaba contratos, ahora también fracciona la mesa".

La reunión previa de Borràs con los miembros independentistas de la mesa

Antes de la primera reunión de la mesa, la presidenta de la cámara, Laura Borràs, ha reunido a los miembros independentistas del órgano en su despacho: Anna Caula (ERC), Jaume Alonso-Cuevillas (JxCat), Rubén Wagensberg (ERC) y Pau Juvillà (CUP), que lo ha hecho telemáticamente porque sigue confinado por coronavirus. Según fuentes parlamentarias, de este primer encuentro ha salido la voluntad de JxCat, ERC y la CUP de coordinar su acción en la mesa, pero sin concreciones. Borràs ha querido recuperar los encuentros entre los miembros independentistas de la mesa que se empezaron a hacer bajo la presidencia de Carme Forcadell.

Ahora bien, este encuentro no ha gustado al PSC, que ha hecho notar su queja durante la primera reunión de la mesa. Borràs, sin embargo, les ha contestado que seguirá reuniéndose con quien crea conveniente. Ya se había mostrado contrario a ello el líder socialista en el Parlament, Salvador Illa, unas horas antes en una entrevista a RTVE en la que ha acusado a Borràs de tener una "actitud sectaria".

Sin una fecha todavía para el debate de investidura, lo que sí ha acordado la mesa es que el pleno se celebre también en el auditorio, como se hizo para el pleno de constitución del Parlament. De este modo, se pueden garantizar las distancias de seguridad entre los diputados y que todos los parlamentarios puedan asistir presencialmente. Borràs tampoco ha fijado ninguna fecha para empezar la ronda de contactos para la investidura. Las negociaciones entre JxCat, ERC y la CUP continúan y, de hecho, a estas alturas todavía no están todos los grupos parlamentarios constituidos: faltan ERC y la CUP. El PP se ha constituido como grupo mixto porque no llega a los 5 diputados. Hasta que no estén todos constituidos formalmente, no se puede empezar la ronda de contactos para presentar un candidato que tenga suficientes apoyos.

En la reunión de esta mañana, la mesa todavía no ha abordado la delegación del voto del diputado de JxCat Lluís Puig. Fuentes de su grupo explican, sin embargo, que la intención es que pueda delegarlo ya en los primeros debates de la legislatura. Una posición que también ha defendido Borràs desde que asumió el cargo de presidenta.