Crisis en el Govern

Junts decidirá si sale del Govern la semana que viene

La cúpula explorará un último intento de acuerdo con Aragonès antes de hacer la consulta a la militancia el 6 y 7 de octubre

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BarcelonaJordi Puigneró, Laura Borràs, Jordi Turull y David Torrents se sientan a la mesa presidencial. Detrás tienen una pantalla con varios dirigentes conectados en la que destaca la presencia del ex conseller Toni Comín –del entorno más cercano al ex president Carles Puigdemont, en el exilio–, y sentados en la bancada de delante están la veintena de miembros de la ejecutiva de Junts con los consellers Jaume Giró, Violant Cervera, Gemma Geis y Lourdes Ciuró en las primeras filas. Todos tienen en sus manos decidir sobre la continuidad de Junts en el Govern después del cese del vicepresidente Puigneró. El debate es intenso y, de entrada, hay dos escenarios encima de la mesa: la ruptura inmediata o dejar en mansos de la militancia la continuidad de la coalición. Después de ocho horas de debate consiguen un consenso: ofrecer una última negociación exprés al president, Pere Aragonès, y someter a las bases del partido el 6 y 7 de octubre si Junts tiene que seguir en el Govern.

Esta ha sido la secuencia este jueves en la sede de Junts, en el Passatge Bofill de Barcelona, que ha servido para que el partido evite la ruptura inmediata de la coalición y gane tiempo de cara a tomar una decisión definitiva sobre el posible divorcio con Esquerra. "De aquí al domingo al atardecer no tenemos otro trabajo que intentar ponernos de acuerdo. No es un ultimátum", ha asegurado el secretario general, Jordi Turull, mientras que la presidenta del partido, Laura Borràs, ha sido la encargada de anunciar la fecha de la consulta a la militancia.

Según han explicado, la ejecutiva del partido ha acordado hacer llegar al president de la Generalitat "concreciones" sobre los tres puntos del acuerdo de legislatura que denuncian que Esquerra incumple: crear una dirección estratégica del Procés, la coordinación de los grupos de ERC y Junts en el Congreso de Diputados y que la mesa de diálogo hable de amnistía y autodeterminación. ¿En qué consisten estas concreciones? No han querido dar más detalles escudándose en el hecho de que una negociación a través de los medios de comunicación no funcionaría. Fuentes del partido aseguran, sin embargo, que una de las cuestiones que, más allá del cumplimiento del acuerdo de legislatura, también se pondrán encima de la mesa es la restitución del vicepresidente Puigneró, el cese del cual consideran un "error histórico". A cambio, eso sí, se podría retirar la idea de la cuestión de confianza. Desde el Palau de la Generalitat, en todo caso, no se han tomado bien el anuncio, no quieren alargar más la crisis. "El país y el Govern necesitan estabilidad", han afirmado fuentes de Presidencia –informa Quim Bertomeu.

Jordi Turull y Laura Borràs durante la rueda de prensa

Las posiciones dentro de la dirección

El equilibrio entre los sectores ha permitido a la ejecutiva a ganar tiempo. Será en la reunión prevista el próximo lunes, después del último intento de negociación con Esquerra, cuando JxCat determinará qué pregunta se hace a la militancia –que será clave– y también si la dirección del partido se posiciona abiertamente a favor de quedarse o salir del Govern. En este sentido, Borràs y Turull no han aclarado si los consellers podrán hacer campaña para mantener unida la coalición ni si ellos mismos se mojarán. "La militancia votará con libertad", se ha limitado a decir la presidenta suspendida del Parlament, además de comprometerse a hacer una pregunta "clara".

Adentro de la reunión, varias fuentes consultadas aseguran que Turull y Borràs han optado por "escuchar" las opiniones de los miembros de la ejecutiva y no mojarse sobre si creen que se tiene que romper o no el Govern. Ahora bien, sí lo han hecho sus respectivos entornos. Según varias fuentes, el ex conseller Comín ha defendido abiertamente romper la coalición –una opinión que según varias fuentes también tiene Puigdemont–, mientras que el entorno de Borràs defendía someter la decisión a votación de la militancia ya esta semana. En cambio, las voces más institucionales –como los consellers del Govern– se han mostrado partidarios de no tomar ninguna decisión en caliente y hacer un debate a fondo con los cuadros del partido. En esta línea se han expresado de manera clara los extitulares de Territorio Damià Calvet y Josep Rull, los dos defensores de mantenerse dentro del ejecutivo, que han apostado por debatir la cuestión en el consejo nacional y hacer la consulta más adelante.

Comparecencia de Junts

Ante estos dos posicionamientos, se ha intentado encontrar la síntesis. Explorar por última vez llegar a un pacto con los republicanos para reconducir la situación y a la vez hacer la consulta de manera inmediata ya la semana que viene. Mientras tanto, no se nombrará a ningún sustituto para ocupar el lugar del vicepresidente, Jordi Puigneró, a la espera de que sea la militancia quien se pronuncie.

Los 'consellers' ponen el cargo a disposición

Después de la decisión de Aragonès de cesar al vicepresidente por no haberlo informado de que Junts plantearía la cuestión de confianza durante el debate de política general, todos los consellers de Junts han puesto el cargo a disposición del partido. Así lo ha explicado el propio Turull este jueves en una entrevista a RAC1, dejando claro que los miembros del Govern seguirán las directrices que marque la formación. Ahora bien, ¿significa esto que no expresarán su opinión desde ahora hasta la consulta del 6 y 7 de octubre? Hay que ver qué pasa en las próximas horas, pero fuentes gubernamentales aseguran que los que se quieren quedar dentro del ejecutivo tienen la intención de hacer campaña y explicarlo a la militancia. No quieren que su opinión no se tenga en cuenta.

El 'conseller' de Economía, Jaume Giró, saliendo de la sede de Junts

¿Seran los únicos? La gran duda es si Puigdemont, que ya se quería quedar en la oposición después del 14 de febrero, expresará ahora públicamente sus preferencias -ahora mismo es favorable a romper-, puesto que podría decantar la balanza de manera definitiva. El futuro del partido (y también el del Govern) quedará en manos de los 6.010 asociados de Junts per Catalunya.

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