Judicialización

El TSJC sigue adelante con el juicio contra Torrent y la mesa del Parlament, a pesar de las críticas de las partes

L'expresident de la cámara se enfrenta a una inhabilitación de casi dos años para desobedecer el Tribunal Constitucional

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Roger Torrent llega al TSJC por el juicio que empieza hoy contra él y la antigua mesa del Parlamento

Barcelona"Estamos obligados a ir a juicio. En esta vida se tiene que ser valiente" decía Carlos Mir, el presidente del tribunal que tiene que juzgar a Roger Torrent y la mesa del Parlament por desobediencia. A pesar de las dudas sobre la legitimidad de la sala planteadas por la Fiscalía, la acusación popular y las defensas de los acusados, la sala ha decidido seguir adelante con el juicio, que se había suspendido dos veces. Durante este miércoles se resolverán el resto de cuestiones técnicas preliminares; mañana tienen que declarar los testigos y, el viernes, los acusados.

La Fiscalía ya recurrió la recusación del magistrado Carlos Ramos instada por el ex vicepresidente de la cámara, Josep Costa, uno de los procesados, y la sala que tiene que decidir sobre el asunto todavía no ha resuelto. Partiendo de este argumento, el ministerio público ha vuelto a pedir al principio del juicio que se suspenda. Todos los abogados se han sumado a la petición, aunque por motivos diferentes. Los letrados de Torrent, el ex secretario primero de la mesa Eusebi Campdepadrós, y la ex secretaria cuarta de la mesa Adriana Delgado, coinciden con el ministerio público en el sentido de que el juicio se tiene que parar, ante el riesgo de que se tenga que acabar repitiendo. Por su parte Costa, que se defiende a sí mismo, pide la nulidad total del procedimiento.

La Fiscalía, que pide un año y ocho meses de inhabilitación y una multa de 30.000 euros para Torrent, Costa y Campdepadrós y un año y cuatro meses de inhabilitación y una multa de 24.000 euros para Delgado, ha advertido al tribunal de que la sala hubiera podido acortar el plazo para resolver su recurso a cinco días en lugar de diez, para decidir antes del juicio. "Consideramos que se ha vulnerado el derecho al juez ordinario predeterminado por la ley y se podría llegar a un incidente de nulidad y a la repetición de juicio", ha advertido la representante del ministerio público Assumpta Pujol a la sala. El letrado de Torrent, Andreu Van den Eynde, considera que en estas condiciones "es imposible celebrar el juicio".

El ministerio público acusa a Torrent, Campdepadrós, Costa y Delgado de desobedecer al Tribunal Constitucional (TC) a pesar de ser "plenamente conocedores" de las diferentes advertencias que había hecho el TC sobre su "obligación de impedir o paralizar" cualquier iniciativa parlamentaria que tuviera que ver con la independencia de Catalunya o la reprobación de la monarquía. A pesar de esto, dice la Fiscalía, "se pusieron de acuerdo previamente" para permitir el debate y la votación en la cámara de varias resoluciones el 12 y el 26 de noviembre de 2019, con la "voluntad de infringir" el mandato "inequívoco" del TC.

Los procesados han llegado esta mañana acompañados por una comitiva política encabezada por algunos de los líderes independentistas condenados por el Tribunal Supremo, Oriol Junqueras o Carme Forcadell. También estaban la expresidenta del Parlament Laura Borràs y las conselleres Lourdes Ciuró, Tània Verge y Laura Vilagrà o la diputada de la CUP Eulàlia Reguant. A diferencia de otros juicios del Procés y en plena crisis interna del Govern entre ERC y Junts, los procesados han llegado por separado, los de ERC, por un lado, y los de Junts, por otro. Después tanto ellos como los acompañantes se han encontrado delante de la sede del TSJC, donde han aprovechado para volver a denunciar públicamente "el despropósito" que supone el juicio, en palabras de Torrent. "Es una señal más de la represión y persecución" al independentismo. Campdepadrós asegura que se quiere "silenciar" el Parlament, mientras que Delgado ha advertido de que se está atacando derechos fundamentales.

Costa, abogado y acusado

Costa ha llegado más tarde, a solas, con la toga de abogado. El ex vicepresidente primero del Parlament, que esquivó ir a declarar ante el TSJC como investigado cuando el caso estaba en instrucción, ha decidido ahora sumarse al procedimiento. "Dado el cúmulo de despropósitos cometidos por el TSJC, he decidido que la manera más disruptiva de hacerles frente es ir a desmontar este simulacro de juicio desde dentro", ha tuiteado. "Que no puedan consumar este ataque a la democracia sin oposición", ha añadido. Costa ha decidido defenderse a sí mismo en el juicio, en una doble figura de acusado y abogado defensor bastante insólita.

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