El Govern dice que no habría abierto la restauración si el Estado hubiera dado más ayudas

Salud avisa de que mezclar 'burbujas' por Navidad "puede acabar en tragedia"

Laia Vicens
3 min
Terrasses de bars i restaurants tancades per les restriccions del Govern, a Vic.

BarcelonaBares y restaurantes estarían cerrados todavía en Catalunya si hubiera el dinero necesario para compensar a los sectores afectados por las restricciones. Un dinero que, han dicho los consellers de Salud, Alba Vergés, e Interior, Miquel Sàmper, tendría que llegar del gobierno español.

"Si tuviéramos dinero, seguramente no se habrían producido estas reaperturas. Si tuviéramos los recursos económicos, es evidente que las medidas serían el máximo de restrictivas posible", ha admitido Sàmper, que ha añadido que "el Estado no está haciendo llegar los recursos", como sí pasa en Francia y Alemania, donde bares y restaurantes siguen cerrados y donde el Estado "sufraga el 75% de las empresas cerradas". El conseller ha recordado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda estas restricciones, pero en Catalunya no se pueden aplicar por la falta de recursos económicos para los sectores más afectados, que si no abrían y no recibían ayudas estaban condenados a la quiebra. "Tenemos que jugar con el equilibrio entre la situación sanitaria y la económica", ha admitido Sàmper.

Vergés también ha apelado a la "responsabilidad" de todas los administraciones. "El gobierno español tiene la responsabilidad, las competencias y la capacidad", ha dicho la consellera, que como Sàmper ha reclamado "ayudas de estado" para los que han tenido que reducir su actividad económica. "El estado español es el único que no sale con las ayudas correspondientes a las personas y a las actividades económicas", ha sentenciado.

La consellera ha dicho que el Govern ha hecho "todo lo que está en sus manos" para frenar el virus, como rastrear los contactos, hacer cribajes masivos y preparar un plan por fases con restricciones en varios sectores. "No es lo mismo hacer esto con un apoyo detrás que hacerlo sin que el gobierno español responda con ayudas a las personas", ha insistido.

60 personas en la UCI en junio, 500 en noviembre

El Govern justifica su postura con los datos de los hospitales, que sufren más presión asistencial ahora que en junio, con la primera desescalada. El director del Servei Català de la Salut (CatSalut), Adrià Comella, ha dado dos datos para explicar por qué esta desescalada "empieza en unas condiciones muy diferentes" que la primera: el 23 de junio había 60 personas en las UCI y el 23 de noviembre había 509; el 23 de junio entraban "seis o siete personas al día" en las UCI, y ahora entran unas 20, más del doble. "No tiene nada que ver", ha dicho Comella.

En este contexto, Comella ha avisado de que las fiestas de Navidad son "terreno adobado" para el virus. De hecho, ha dado por hecho que habrá transmisión durante los encuentros familiares: "Una buena causa como reunirse con la familia puede acabar con una tragedia. Habrá ingresos y algunas defunciones". "Id con mucho cuidado", ha insistido. Por eso Vergés ha pedido no mezclar burbujas e intentar celebrar las fiestas con el núcleo familiar y siempre las mismas personas.

El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, ya había avisado por la mañana en TV3 de que a pesar de que los datos mejoran en cuanto a los contagios, habrá que vigilar mucho para evitar que "los Reyes de Oriente nos traigan de regalo la tercera oleada". Un miedo que, ha dicho, le han hecho llegar muchos profesionales, sobre todo teniendo en cuenta que la época de Navidad implica mucha interacción.

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