Batlle matiza ahora que hay que garantizar el derecho a la tutela de los 'menas'

Cs, PP y el grupo de Valls tienden la mano al nuevo teniente de alcalde de Seguridad

Maria Ortega
4 min
Batlle saludant Josep Bou (PP) i Manuel Valls (Barcelona pel Canvi)/ FRANCESC MELCION

El mandato político en Barcelona ha comenzado con dos plenos forzados por la oposición sobre dos de los aspectos más criticados de la gestión de la alcaldesa Ada Colau: la seguridad y las dificultades de acceso a la vivienda. El estreno del nuevo teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, del grupo del PSC, llegaba marcada por sus polémicas declaraciones sobre la conveniencia de plantear el "retorno asistido" de los menores extranjeros no acompañados (menas), lo que ha motivado las primeras críticas de ERC y Junts per Catalunya y que él mismo ha querido matizar en su primera intervención. Aunque aseguró que siente el apoyo de la alcaldesa Ada Colau y que tiene un "grado de coincidencia muy elevado" con ella, hoy ha defendido que la prioridad para abordar la situación de estos jóvenes es garantizar su derecho a tutela -recogido en la carta de los derechos de los niños de las Naciones Unidas- y educación y hacerlo, dijo, por su "interés y estima".

Batlle ha defendido que el repunte de la inseguridad que vive la ciudad es "claramente revertible" y ha garantizado que su equipo "se dejará la piel" para conseguirlo. El sexto teniente de alcalde diagnostica que los problemas que sufre la ciudad no son crónicos y que el refuerzo policial acordado en la Junta Local de Seguridad del viernes se notará ya este verano. También ha avanzado que ha pedido a los distritos que convoquen, en los primeros 15 días de septiembre, consejos de seguridad para abordar a escala local la situación.

Cs, el PP y el grupo de Valls, a pesar de las críticas a la situación, han tendido la mano a Batlle y le han agradecido el nuevo discurso. "Hemos fichado al Messi de la seguridad, pero tendrá que competir contra la selección mundial de delincuentes", ha defendido Paco Sierra, de Cs. Desde ERC, en cambio, han sido muy críticos con las palabras de Batlle. El portavoz republicano, Jordi Coronas, ha asegurado que la política del nuevo gobierno parece liderada por Colau pero ha apuntado que las órdenes "las ejecuta el PSC y las da Valls". Un comentario que el ex primer ministro francés ha seguido con gesto de incredulidad, y Colau, con ademán serio. Coronas ha resumido que las palabras de ayer de Batlle son una fórmula "edulcorada" de defender la expulsión de los 'menas' y lamentó que Colau no las matizara.

En nombre de Junts por Catalunya, Elsa Artadi -el asiento del jefe de filas del grupo, Joaquim Forn, volvía a estar ocupado por un lazo amarillo-, equiparó las palabras de Batlle sobre los menores extranjeros con la política de Donald Trump en Estados Unidos, y aseguró que deportarlos a sus países les invita a volver a "jugarse la vida" para venir. Un discurso que ha sorprendido a Batlle, que a su vez lo ha comparado con el que podría firmar la CUP.

Valls, a su vez, ha verbalizado su apoyo al nuevo teniente de alcalde y ha defendido que la seguridad no es "ni de derechas ni de izquierdas". "Sabe que le ayudaremos en lo que sea necesario", le ha dicho. También Josep Bou, del PP, dijo que "confían mucho" en el nuevo responsable del área.

El pleno sobre seguridad lo habían forzado todos los grupos -con la única excepción de la formación que capitanea Manuel Valls- y ha acordado, con el apoyo del gobierno, un texto en el que se pide un paquete de medidas como convocar urgentemente nuevas plazas de Guardia Urbana o hacer frente al 'top manta'. La negociación del texto ha hecho caer el punto que pedía una comisión en la que debatir el nuevo modelo de seguridad; por ello, ERC, que había apoyado la convocatoria del pleno, ha acabado absteniéndose y ha recriminado al grupo de Cs, que es quien lo impulsaba, que contara con ellos para plantear el pleno pero no para decidir el texto que se votaba. El gobierno, dentro de su estrategia de mostrar unidad, ha limitado su intervención a las palabras de Batlle, y por tanto ningún concejal de Barcelona en Comú se ha pronunciado sobre seguridad, mientras que en el pleno sobre alquileres sólo ha intervenido la concejala de Vivienda, Lucía Martín.

Regular los alquileres

La oposición ha aprobado un texto para instar al Gobierno a tramitar una ley de regulación de los alquileres. Una medida que han pedido ERC y Junts per Catalunya y en favor de la cual solo han votado estas dos fuerzas; por su parte, el gobierno municipal se ha abstenido. El resto de partidos han pedido no intervenir el mercado y facilitar que se construya más vivienda como principal solución. La concejala de Barcelona en Comú Lucía Martín ha pedido a los dos grupos proponentes que dejen de hacer "teatro": "Ahora vienen a decir que los instamos a trabajar", les ha reprochado, tras remarcar que las dos fuerzas forman parte del Gobierno y señalar la necesidad de modificar la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). ERC y Junts per Catalunya forzaban el pleno con la intención de pedir al Govern que, tras el fiasco del decreto sobre regulación de alquileres que quedó tumbado, reanudara los trámites para una nueva propuesta. La abstención del gobierno municipal ha permitido que la medida se sacara adelante.

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