Salud

Un test con plasma y un modelo que clasifica enfermos: los proyectos de investigación catalanes contra el covid

Las iniciativas surgieron por una convocatoria de urgencia de la Generalitat hace un año

Clara López Alcaide
3 min
Un investigador con un kit de pruebas de coronavirus  al laboratorio.

En abril del 2020, cuando el SARS-CoV-2 avanzaba con fuerza y castigaba a medio mundo, sabíamos muy poco sobre el comportamiento del virus. Fue entonces cuando la Generalitat hizo una convocatoria de urgencia con 4 millones de euros para financiar una veintena de proyectos de investigación e innovación catalanes que permitieran caracterizar el covid-19 para ayudar a combatirlo. Acudieron al llamamiento 42 líneas de investigación enfocadas en la prevención y el tratamiento de una enfermedad, en esos momentos, muy desconocida. "Lo pedimos cuando llevábamos una semana de confinamiento y la respuesta fue brutal. Necesitábamos herramientas para combatir la enfermedad", explica el director general de Investigación e Innovación en Salud, Robert Fabregat.

Finalmente, se escogieron 19 iniciativas, las más prometedoras a nivel catalán, enmarcadas en el ámbito de las nuevas terapias, vacunas y tratamientos preventivos y estudios genéticos para predecir la respuesta de los enfermos. "Se buscaban proyectos de investigación que nos pudieran dar resultados y respuestas de una manera muy rápida en una situación muy compleja", afirma Fabregat. La mayoría de estas líneas de investigación nacen de investigaciones que ya se estaban llevando a cabo en otros ámbitos –como el cáncer–, pero que se decidieron aplicar a tratar el covid "cuando se vio que había una urgencia inmediata". Este miércoles el departamento de Salud ha presentado los resultados obtenidos por los proyectos que fueron seleccionados.

Terapia con el plasma de los sanitarios

Al inicio de la pandemia, el foco de la línea de investigación de los investigadores Sílvia Vidal y Josep F. Nomdedeu, Institut de Recerca de l'Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (IR Sant Pau), era el personal sanitario. El objetivo de los investigadores era identificar a los profesionales que habían sido infectados con el virus y medir qué grado de inmunidad habían desarrollado. Con este objetivo, recogieron muestras de sangre de más de 300 enfermos para medir los diferentes tipos de anticuerpos que aparecen en el plasma. Esto les permitió, además de identificar quién había sufrido la enfermedad y quién no, detectar a un grupo de personas que habían desarrollado una respuesta inmunitaria persistente: aquellas que mantienen la respuesta de los anticuerpos IgM+ pasado un mes de la infección.

"Las personas que tenían este tipo de respuesta tenían unas características tanto de sintomatología como de anticuerpos muy concretas que hemos podido asociar", explica Vidal, que apunta que otro de los hallazgos ha sido detectar que los anticuerpos se reducen de manera diferente según el tipo. De cara a futuras líneas de investigación, los investigadores quieren identificar qué anticuerpos son neutralizantes –es decir, evitan la infección de los virus– así como comparar los niveles de anticuerpos entre la población vacunada y la que no lo está.

Clasificar enfermos a partir de un algoritmo

La atención primaria también fue el punto de partida de algunos de estos proyectos. Los investigadores Talita Duarte-Salles y Bonaventura Bolíbar, del Institut Universitari de Recerca en Atenció Primària Jordi Gol (IDIAPJGol), quisieron clasificar al enfermo de covid a partir de la información proporcionada por el historial clínico de los pacientes. De este modo, vincularon las bases de datos de la atención primaria con otras que incluyen las altas hospitalarias, datos de tests PCR o los datos de mortalidad, y consiguieron dibujar de manera "muy detallada" el perfil de una persona afectada. Esto les permitió crear una calculadora de riesgo de hospitalización, cuidados intensivos y mortalidad, la COVER Tool, "que funciona como un modelo predictivo de las complicaciones del covid-19 y permite establecer factores de riesgo en aquellos grupos vulnerables", explica Duarte-Salles, enfermera y epidemióloga.

Para Duarte-Salles, "la integración de las diferentes fuentes de datos ha sido y seguirá siendo fundamental para estudios futuros de investigación que nos ayuden a entender no solo el covid-19, sino cualquier otra enfermedad" y afirma que la intención es seguir actualizando los datos disponibles para seguir investigando sobre la enfermedad. El caso del proyecto de Duarte-Salles no es el único. Desde el departamento de Salud aseguran que si bien todos los proyectos financiados ya han presentado sus resultados, desde que se pusieron en marcha, la mayoría han visto nacer nuevas dudas y seguirán trabajando. "Algunos han pedido prórrogas durante unos meses. Han visto nuevas aplicaciones a sus herramientas y piden recursos", asegura Fabregat.

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