Demuestran que los árboles también secuestran el metano de la atmósfera
Un estudio concluye que las bacterias de lo alto de la corteza consumen este gas de efecto invernadero, más potente que el CO₂
BarcelonaLos árboles son los pulmones del planeta por su capacidad de producir oxígeno y absorber dióxido de carbono (CO₂), pero ahora también se ha constatado que son capaces de secuestrar metano, al contrario de lo que se creía hasta ahora. Este gas de efecto invernadero -que se relaciona sobre todo con la actividad agrícola- es hasta 28 veces más potente que el CO₂ y es responsable de una cuarta parte de las emisiones causantes del calentamiento global. Una investigación liderada por la Universidad de Birmingham, con la participación del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf), plantea que los microorganismos que habitan en la corteza de los árboles a partir de los dos metros de altura son capaces de consumir el metano de la atmósfera; un hallazgo que puede actualizar la forma en que se planean las reforestaciones para paliar los efectos del cambio climático. "Ambos gases son los que más contribuyen al calentamiento global del planeta", dice Josep Barba, coautor del estudio, que se ha publicado este miércoles en Nature.
Es la primera vez que una investigación confirma que árboles de diferentes puntos del mundo pueden captar el metano de la atmósfera. Lo demuestran las medidas que se han hecho en cientos de árboles de los ecosistemas boreales de Suecia, en zonas tropicales de Brasil y Panamá y en áreas templadas de Inglaterra. "Hasta ahora, pensaba que sólo emitían metano", explica Barba al ARA. Hace una década se constató que una parte de este gas se produce bajo tierra, con condiciones sin oxígeno, y que los árboles actúan como chimeneas: van soltando el metano que fluye desde las capas profundas del suelo a través del tronco , liberándolo por la corteza. Las comunidades de microbios que habitan esta parte de la corteza consumen el gas, pero no son capaces de absorberlo todo y acaba escapándose en forma de emisiones.
"Creíamos que estos resultados eran representativos de todo el árbol. Ahora hemos empezado a medir a partir de los cuatro o cinco metros de altura y hemos descubierto que no es así", afirma el experto. Simplificándolo mucho, cuanto más altura menos metano va quedando en el interior del tronco. A partir de los dos metros de altura, los microorganismos son capaces de consumir el metano que se esparce en el aire hacia la atmósfera y en cantidades mayores que sus homólogos de la parte inferior del árbol."Dado que queda menos gas en el interior del árbol, las bacterias captan el metano de fuera y en el cómputo global, absorben más metano de lo que emiten", apunta Barba.
Investigación también en Cataluña
Los datos también sugieren que en un mismo bosque existen especies que captan más metano que otras, probablemente debido a diferencias en las propiedades de la madera, como su densidad o el diámetro de los conductos transportadores de nutrientes y agua. Los investigadores han ajustado cámaras de medición a los troncos para detectar, en tiempo real, los gases que se desprenden o absorben desde la corteza y han realizado medidas a diferentes alturas.
"Vemos que los que más metano captan son los bosques tropicales, seguidos de los templados y, finalmente, los boreales", añade Barba. El investigador continuará la investigación en varios bosques de hayedos, encinares, robledales y pinares de Cataluña. "Podría ayudarnos a descifrar qué especies del Mediterráneo consumen o emiten más metano que otras", explica.
Para el profesor de ingeniería forestal y cambio global de la Universidad de Lérida, Víctor Resco de Dios (que no ha participado en el estudio), este descubrimiento tiene una "gran relevancia potencial" a escala científica. "Una molécula de metano absorbe más radiación que una dióxido de carbono, aunque la concentración atmosférica de metano sea mucho menor. Si se confirman las observaciones de este estudio, se podría abrir la puerta a una nueva comprensión del ciclo de este potente gas invernadero", explica en declaraciones a SMC. Ahora bien, el ingeniero subraya que el artículo es observacional y hasta cierto punto provisional: "Los árboles no asimilan metano y los autores argumentan que los microbios que habitan en la corteza podrían ser los que fijan ese metano, un extremo que todavía no han llegado a demostrar. Debemos tratar estos datos con cautela".
Cambios en la reforestación
Los autores del estudio comparten esta cautela, pero también creen que permitirá que nuevas investigaciones profundicen en el rol de los bosques como herramienta para mitigar los efectos de la crisis climática. En el caso de estrategias de reforestación, por ejemplo, puede suponer un cambio de visión. A menudo los bosques nuevos no son eficientes captando carbono, porque están conformados por árboles jóvenes con poca biomasa, pero sí podrían serlo como secuestradores de metano, ya que el elemento importante es la superficie de la corteza que interacciona con atmósfera. Además, sería más fácil constatar si las medidas que se ponen en marcha son eficientes: mientras que el CO₂ permanece en la atmósfera durante décadas y cualquier cambio debe observarse a largo plazo, la persistencia del metano es de días o semanas y los resultados de cualquier estrategia podrían interpretarse más de inmediato.