Los restos del cometa Halley dan paso a la lluvia de estrellas de los Acuáridos

GinebraLas noches más cortas acompañan a la llegada de las constelaciones de verano y la visibilidad de los planetas se reparte a lo largo de la noche. Durante este mes, Mercurio se encontrará demasiado cerca del Sol para poder observarlo fácilmente. Venus podrá verse en la madrugada, aunque su aparente cercanía a nuestra estrella hace que su observación no sea del todo fácil. Marte seguirá viéndose durante la primera parte de la noche como un punto anaranjado. Júpiter, por su parte, también será visible durante la primera mitad de la noche, situado en la constelación de Tauro. En la segunda mitad del mes, el gigante gaseoso empezará a esconderse bajo la luz del crepúsculo vespertino. Después de un par de meses, Saturno volverá a ser visible en las últimas horas antes de la salida del Sol y formará un triángulo compacto con Venus y Neptuno durante los primeros días de mayo. Por su parte, la luna llena del día 12 se encontrará cerca del auge, el punto más lejano de su órbita alrededor de la Tierra, por lo que se verá un 5% menor y un 10% menos brillante que habitualmente.

La lluvia de meteoros de los Acuáridos

Este mes podremos volver a gozar de un espectáculo en forma de lluvia de meteoros. En este caso, tendrán lugar los conocidos eta-Aquarids. El 6 de mayo por la noche se alcanzará el máximo con una media de unos 30-40 meteoros por hora, aunque el brillo de la Luna podría dificultar ligeramente la observación de los meteoros más débiles. Como su nombre indica, los meteoros parecen proceder de la constelación de Acuario, aunque pueden observarse en cualquier punto del cielo nocturno. Esta lluvia de estrellas se produce por los restos dejados por el paso del famoso cometa Halley, visible desde la Tierra cada 75 años y que volverá a acercarse al año 2061.

¿Cuántas estrellas pueden verse en el cielo nocturno?

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, está formada por unos cien mil millones de estrellas. Desde la Tierra se pueden observar una gran cantidad. la estabilidad de la atmósfera pueden tener un gran impacto en la cantidad de estrellas visibles. Por otra parte, las más lejanas o débiles tienen un brillo que nuestros ojos no son capaces de detectar.

La magnitud aparente es el parámetro que indica el brillo de las estrellas observadas desde la Tierra. Cuanto más negativa sea su magnitud, más brillante es la estrella. Por ejemplo, con una magnitud aparente de -1.46, Sirius, en la constelación del Ca Major, es la estrella más brillante del cielo nocturno. Por otra parte, la estrella Polar, que indica la dirección del norte y se puede observar con facilidad, tiene una magnitud de 2. Dependiendo de la agudeza visual, la magnitud máxima que nuestros ojos pueden detectar se encuentra entre 6 y 7. En áreas urbanas, la magnitud límite se encuentra entre 3 y 4. Esto se traduce en que se puede ver 250 estrellas desde los barrios con menos contaminación lumínica, una décima parte del número total de estrellas que pueden observarse en un cielo perfectamente oscuro. Cuando nos alejamos de las áreas urbanas, la magnitud límite se encuentra alrededor de 5 o 6, lo que permite observar miles de estrellas así como poder distinguir la estructura de nuestra galaxia.