Victoria Labrador: “Siendo tres hermanas se te forja carácter de estratega”

Victoria Pagès (Barcelona, 1965) es actriz de teatro, doblaje, cine y televisión. Debutó en el programa de TV3 ¡Matraca, no! Y formó parte de los inicios del Club Super3 interpretando la Nets. Del 14 de septiembre al 20 de octubre la podemos ver en la Sala Beckett en BioLógica.

Victoria nació en el barrio de la Izquierda del Eixample de Barcelona y estudió en las Escolapias de Llúria. “Me lo pasaba bien. Era muy habladora, siempre me separaban de la niña de al lado, porque no callaba”. Allí descubrió el teatro: “Quería aprender a tocar la guitarra y me dijeron que me iba a costar mucho y entonces me apunté a teatro. Tenía 13 o 14 años. Carme Roca, que además era la profesora de historia, me marcó. Ella organizaba cada año un concurso de teatro y cada clase hacía una obra y allí fue donde vi que me gustaba”.

Fue compañera de la periodista Gemma Nierga desde primero de básica hasta COU. “Nos separaban de pupitre porque charlábamos mucho. Hacíamos teatro juntas y me tocaba siempre hacer de marido de Gemma, porque en aquella época sólo éramos chicas y a mí, como era más dura, me tocaba hacer de hombre”.

Victoria es la pequeña de tres hermanas. “Nos peleábamos todo el día. Somos de una generación que tenemos hermanos, lo que implica que estás acostumbrado a compartir y que no eres el rey de la fiesta, algo que está muy bien. Siendo tres, siempre era dos contra una, y eso te crea un carácter como de estratega; siempre sabes que debes hablar, dialogar, convencer a la otra, tener estrategias. Nos llevamos poco, con la mediana no llega a dos años y ella con la mayor igual, vamos muy seguidas”.

En casa no había tradición teatral. “Con mis padres íbamos mucho al cine, pero el teatro no lo recuerdo, no era habitual. Mi padre tenía una empresa de productos de bellas artes que ahora dirige mi hermana mayor. La mediana es informática. Mi madre había estudiado física. "Sí que por parte de madre, que es familia del poeta Joan Sales, hay muchos escritores, poetas y dibujantes. Y tienen una raíz artística importante pero de teatro no”.

El teatro, una carambola

¿Y después de la escuela? “Nos juntamos con los chicos de Escolapios y hicimos un grupo de teatro amateur. Ensayábamos en diferentes lugares y terminamos en Poblenou y allí conocí a Àngels Gonyalons y Ricard Reguant, que fue la carambola que ha hecho que yo haya hecho teatro”. ¿Y cómo llegó la oportunidad? “Yo empecé económicas, lo dejé y estudié historia. Trabajaba en la Generalitat en una revista llamada Crónica de Enseñanza y paralelamente continuaba con el teatro amateur. Al conocer a Gonyalons y al Reguant siempre me decían si quería hacer una sustitución y yo decía que sí si era fin de semana. Un día, cuando hacía un bolo, vinieron de la tele para realizar un casting para presentar un programa y me cogieron. Era el ¡Matraca, no!”

Tiene dos hijos junto al director de cine Eduard Cortés. El mayor tiene 25 años y la pequeña 22. “Han hecho comunicación audiovisual los dos. Han salido más a su padre, pero es inevitable. Recuerdo que a mi hija de pequeña en la escuela le preguntaron: «¿Tú qué quieres ser de mayor?» Y dijo: «Yo no quiero trabajar en un despacho, quiero trabajar todos los días en un sitio diferente, pero quiero llegar a casa cansada y contenta como mis padres»”. ¿Y tú qué decías cuando te hacían esta pregunta de pequeña? “No sabía qué decir. Me gustan muchas cosas y no tengo nada claro. Tengo compañeros que a los 6 años ya sabían que querían ser actores. Yo no. Incluso me ocurre ahora. Pienso: «El día que me dejen de llamar ya haremos otra cosa», y van pasando los años y gracias a Dios estoy aquí, pero tengo un carácter muy pragmático”.