El arte de Eugenia Balcells y el órgano de Juan de la Rubia: el estallido de una estrella en el Palau de la Música

BarcelonaEl artista Eugenia Balcells (Barcelona, ​​1943) tiene una energía desbordante. Con motivo de su colaboración con el organista Juan de la Rubia (Vall d'Uixó, 1981) para un concierto este jueves en el Palau de la Música (20 h) que promete ser antológico, Balcells recuerda que algunas de las partituras visuales que interpretará De la Rubia las hizo hace cuarenta años en una Nueva York donde ella y otros colegas estaban forjando el lenguaje del vídeo y el audiovisual más experimental, y que vivía rodeada de nombres hoy legendarios como el músico John Cage y el coreógrafo Merce Cunningham. Aun así, Balcells no vive de glorias pasadas, ni cree demasiado en las jerarquías entre generaciones. Sí cree en este proyecto entre dos generaciones que hace como artista residente del Palau.

Pero sobre todo Balcells asegura que tanto ella como De la Rubia trabajan para despertar conciencias para que se produzca un cambio de paradigma. Este cambio, que es imprescindible, salvará a la humanidad del acantilado que será agotar los recursos que hacen posible la vida sobre la Tierra. “Este ejercicio salvaje que estamos haciendo Juan y yo es una gran celebración de la creatividad humana, que es el mayor tesoro que tenemos; venimos a este mundo a evolucionar ya saber hasta el último aliento –subraya Eugenia Balcells–. En la curva que nos plantea nuestra sociedad, Juan está en el colmo de la curva y yo voy de bajada, pero esto hace tiempo que lo he borrado, porque vamos todos juntos hacia la evolución, hacia arriba. Y esto debemos comprenderlo no sólo intelectualmente, sino visceralmente para hacer el cambio que debemos hacer”.

Para De la Rubia, organista titular de la Sagrada Familia, el concierto es una de esas oportunidades extraordinarias que le ha dado el Palacio de la Música que le hacen “crecer” como músico. “Estoy muy agradecido al Palau ya Eugenia, porque de una forma muy generosa me deja invadir su arte; al fin y al cabo, sus partituras visuales no tienen sonido, y yo lo que haré será que todo el mundo escuche lo que yo imagino”, dice el músico. “La improvisación en estilo que se pueda hacer en otro formato de concierto nada tiene que ver con lo que planteamos para el concierto del jueves, porque es una improvisación sobre un material más aleatorio y abstracto que una película muda, por ejemplo , en cuanto la música también lo será”, advierte De la Rubia.

“Será un experimento con todos los elementos tímbricos que puede aportar el órgano del Palau que podemos calificar de extravagantes o extremos a niveles de frecuencias y volúmenes. Se trata de cómo el color se mezcla con los acordes, cómo el color se transforma en acordes; tiene mucho que ver con la sinestesia”, dice el músico. Sea como fuere, hay que felicitar a los responsables artísticos del Palau por invitar a una artista atrevida y siempre inquieta como es Eugenia Balcells.

Los trabajos de Balcells se podrán ver en una gran pantalla suspendida ante el órgano, y el artista se reserva algunos detalles con los que quiere sorprender al público. El programa del concierto también incluye el diálogo de De la Rubia y Balcells en torno a la Pasacaglia y fuga BWV 582 de Johann Sebastian Bach: Balcells estrenará la pieza Espejo de espejos: flores, fruto de apropiarse de los elementos decorativos del Palau, ir a buscarlos a la naturaleza y manipularlos utilizando espejos. “En el Palau hay tanta decoración que no cabe ni una aguja, así que trabajo sólo con luz. Pero es un reto enorme, porque el Palau tiene un vitral enorme, y he llevado al máximo las capas de mi trabajo para representar la complejidad del órgano del Palau”, adelanta Balcells. Coincidiendo con el concierto, el Palau de la Música inaugura hoy en la sala Lluís Millet la exposición La luz de los elementos, en cartel hasta el 31 de marzo, compuesta por el mural Homenaje a los elementos y, por las noches, la videoinstalación Frecuencias.