Ai Weiwei: "Empatizo con quienes no tienen el derecho de expresar sus sentimientos identitarios más profundos"
El Musaco de León acoge una de las exposiciones más ambiciosas del artista y activista chino
LeónEl artista y activista chino Ai Weiwei (Pekín, 1957), icono global del arte contemporáneo y de la defensa de los derechos humanos, ha llegado este viernes al Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (Musac), en León, por presentar una de las exposiciones europeas más ambiciosas. "Lo que recomiendo a los artistas jóvenes es que se fijen en mí, no puede haber nadie más joven que yo", ha afirmado Ai Weiwei ante los periodistas y los políticos locales que le escuchaban con la atención. Ha hablado sin tapujos de todos los temas políticos que le han planteado, incluso del Procés y del encuentro que mantuvo con Carles Puigdemont en 2018. "Empatizo con quienes no tienen el derecho de expresar sus sentimientos identitarios más profundos, independientemente de si son catalanes, de Gaza, de Ucrania o de donde sea. Es un tema muy complicado, pero sí es necesario permitir que la gente plantee sus propios debates políticos dentro de la legalidad, no podemos impedir que la gente exprese sus derechos", ha subrayado.
Asimismo, después de que el año pasado le cancelaran una exposición en una galería de Londres por un comentario propalestino, Ai Weiwei ha advertido de que no se puede caer en el desánimo, pese a la victoria de Trump en las elecciones estadounidenses: "En la realidad, la vida es como un curso de agua, que cambia constantemente y no se detiene. Para los artistas es importante que defendamos la libertad de expresión y los derechos humanos. No podemos sentir decepción, porque si lo hacemos, esto significa que responsabilizamos a los gobiernos y, de hecho, la responsabilidad es nuestra como sociedad".
La exposición, titulada Ay Weiwei. Don Quixote, puede visitarse hasta el 18 de mayo de 2025. Incluye 42 obras de diferentes técnicas realizadas en los últimos veinte años, 19 de las cuales son cuadros hechos con piezas de Lego o su homólogo chino, en un ejercicio de convertir la creación artística en un proceso numérico y unas instrucciones que ejecutan unos colaboradores. Los mayores, como Washington atravesando el Delaware, con el añadido de la imagen del estadio de los Juegos Olímpicos de Pekínpara hablar de las tensas relaciones entre China y Estados Unidos, pueden tener cerca de 400.000 piezas.
Una de las obras expuestas más recientes es un papel pintado con 81 preguntas a una inteligencia artificial, una por cada día que estuvo detenido, incomunicado y sin cargos en su país en el 2011. Algunos de los interrogantes son: ¿Es Edward Snowden culpable? ¿Qué piensas de la pena de muerte? ¿Qué papel juegas en la censura? ¿Existe una forma de descolonizar nuestras mentes? ¿Se debería liberar a Julian Assange? Ai Weiwei publicó las respuestas en la web de Circa, la entidad que le encargó el proyecto. "La tecnología se está desarrollando muy rápidamente, y, en paralelo, se está produciendo una crisis humanitaria muy importante, y la única manera de reivindicar a la humanidad es que la tecnología se utilice en beneficio de la sociedad", explica el artista.
Hackear 'Los fusilamientos del 3 de mayo' de Goya
Es la primera vez que una decena de las obras expuestas se pueden ver en un museo. Una de ellas, una versión hecha con piezas de Lego del cuadro de Francisco de Goya El del 3 de mayo en Madrid o Los fusilamientos, Ai Weiwei lo ha hecho expresamente para la exposición. En la línea de hackear grandes obras históricas, se ha representado como una de las víctimas de la guerrilla de ejecución. En otro caso, una versión del mural del Santa Cena de Leonardo da Vinci, se ha puesto en el sitio de Judas. Pero este ejercicio no le salió tan bien cuando, en otra de las obras expuestas, reprodujo la imagen del niño sirio de tres años Alan Kurdi que perdió la vida cuando huía de su país y apareció muerto en una playa de Turquía: se le acusó de estetizar la tragedia. Ai Weiwei asegura que no se siente parte del mundo del arte, y que su juventud de espíritu radica en que no para de intentar hacer cosas con todos sus esfuerzos, sin miedo a caer en el "ridículo". resultados, sino actuar siguiendo nuestros impulsos", dice.
El recorrido está organizado en tres grandes ámbitos: el primero está dedicado a los dramas migratorios, donde se puede ver una zodiac gigante con migrantes y las figuras mitológicas del zodiaco chino hechas con la misma técnica que las estrellas de bambú, titulada El ciclo de la vida; unos mandalas hechos con chalecos que recogió en la isla de Lesbos, y una versión de los nenúfares donde él hace de un migrante muerto. La protagonista del segundo ámbito, de carácter geopolítico global, es una lámpara de araña gigante que pesa 2,7 toneladas hecha con 4.000 piezas de cristal de Murano negro, titulada La comedia humana, con huesos, vísceras, los antiguos pájaros de Twitter y murciélagos. Y el último es sobre todo autorreferencial: están las versiones con piezas de juguete de obras anteriores, como Lanzando una urna de la dinastía Han y de la selfie que se hizo dentro de un ascensor cuando le detuvieron en el 2009.
Además de Los fusilamientos del 3 de mayo, Ai Weiwei también ha hecho para el Musac la obra que da título a la muestra, una versión con piezas de juguete de un dibujo de Picasso del Quijote. Asimismo, ha dado una edición limitada de 100 ejemplares para financiar un tercio de los 600.000 euros que ha costado la exposición. La presencia de Don Quijote en la vida de Ai Weiwei se remonta a la estima que su padre, el poeta y artista Ai Qing, tuvo en la obra de Cervantes, y cómo se lo transmitió. "Don Quijote es un personaje fantástico que actuaba de una manera en cierta forma ridícula porque sus ideas no estaban ancladas a la realidad, tenía un falso sentido de la gloria. Me ha interesado siempre porque su identidad no está basada en la realidad", dice Ai Weiwei.