"Los chinos, japoneses y coreanos van a ver el Parc Güell, pero entre ellos no hay comunicación"

MadridAntoni Muntadas (Barcelona, ​​1942) ha trabajado siempre en todo el mundo, como si fuera un nómada. A menudo se ha definido como un outsider que llega a un sitio y se le hace suyo a base de "escuchar, hablar y dialogar", como dice el propio Muntadas con motivo de la exposición que el Museo Casa de la Moneda de Madrid le dedica hasta el 28 de septiembre. Con el título Acerca de Asia, la muestra recoge los proyectos que ha desarrollado en China, Japón, Corea del Sur y Filipinas desde 2004. Y como desarrolla los trabajos in situ con equipos locales, la exposición también significa un "ejercicio de contextualización" de proyectos entre los que se encuentra Asian protocolos: What are your concerns? La contextualización también se extiende al montaje, obra del arquitecto Juan Herreros. "Todo empezó porque tenía curiosidad. Era un continente que desconocía, y del que quería saber más", dice el artista.

"Muntadas nos ha hecho ver en sus diferentes series y propuestas que en todo lo que se dice, expresa, formula o representa, al tiempo que se posibilita un intercambio de información, hay también algo que se pierde o se oculta", afirma el comisario de la muestra, José Jiménez. Así pues, el artista se plantea cuál es la "intencionalidad" de estas pérdidas y quiere compartir con el público el proceso de descubrir lo perdido o quedado oculto.

A Muntadas nada le pasa por alto, y puede revelar los mecanismos del poder económico y político desde cualquier ámbito. Asian protocolos: Fragmentos está realizado con los materiales sobre China, Japón y Corea que ha ido recogiendo a lo largo de los años. En Asian protocolos: Textbooks revela cómo en estos tres países los libros de texto se utilizan como una herramienta de manipulación que fundamenta una "falta de comprensión mutua como detonante de ciertos conflictos entre estos países". "Todos han tenido guerras y conflictos entre todos, y existe una gran hostilidad. Es increíble, porque viajan por Europa, van a ver el Parc Güell, pero entre ellos no viajan, no tienen comunicación", explica el artista.

Y a Asian protocolos: Cartographies, Muntadas interpretó 43 palabras clave, entre ellas religión, deportes, política, orden y diplomacia, con más de 400 imágenes extraídas de los medios de comunicación. "Las asociaciones son evidentemente subjetivas, siempre hablo de una subjetividad crítica. Admitiendo que no hay una objetividad, asumo esa subjetividad, pero siempre en un sentido de análisis crítico".

Más adelante, hace una crítica a la arquitectura contemporánea más formalista con tres vídeos de la serie On translation: es imposible saber a qué país pertenece cada vídeo, ni el tipo de edificio: "Esta arquitectura moderna, de vidrio y de metal, se hace totalmente desatada de la utilización. Estos edificios podrían ser un museo, un hospital, un aeropuerto...", dice el artista.

En China, Muntadas tuvo que trabajar teniendo en cuenta los rigores de la censura. Pero, aun así, logró las opiniones de una retahíla de hombres y mujeres de diferentes zonas de Pekín a partir de preguntarles qué es lo que más les preocupa. Las respuestas son muy variadas, y van desde el "reconocimiento de la caligrafía china", hasta "la corrupción, el precio de la vivienda, la prosperidad del país y la recuperación de Taiwán". Por otra parte, Muntadas señala los tópicos más extendidos sobre China con un trabajo realizado con unos cuencos llenos de galletas de la suerte, que en realidad son un invento de un restaurante de San Francisco. "En China la gente las cogía, pero no sabían de qué iba", explica.

Los estragos del colonialismo en Filipinas

El recorrido termina con los trabajos de Muntadas dedicados a Filipinas, fruto de un proyecto auspiciado por el Ateneo Art Gallery de Manila en 2022, que continuó más adelante en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla. "En Filipinas hay una violencia, pero no se trata de una violencia de decir que es peligroso ir por la calle, sino que es una violencia de los gestos políticos de las invasiones, y de la gente que ha llegado y han creado un conflicto", dice el artista, que en este caso quiso trabajar con materiales inéditos de su trayectoria, pero que están inspirados en los objetos, pero están inspirados en los objetos mantones de seda y unas medallas conmemorativas. Con todos ellos, Muntadas pone el dedo en la llaga de los estragos del colonialismo, empezando por la "colonización botánica", representada por una retahíla de platos que tienen pintadas unas plantas españolas que se convirtieron en especies invasoras.

En el caso de los mantones, la colonización está a la inversa, porque se popularizaron en el Estado. Pero Muntadas remachó el clavo y, en vez de flores, bordó imágenes de episodios históricos como la muerte de Magallanes, las ejecuciones de jóvenes filipinos por parte del ejército estadounidense y una manifestación de apoyo a las mujeres que el ejército japonés utilizó como esclavas sexuales. Asimismo, un ejemplar de la novela de José Rizal Noli me tangere, considerada un símbolo de la revolución filipina, y la reproducción de una viñeta crítica con la política de Rodrigo Duterte de atacar cualquier forma de disidencia camuflada en el argumento de combatir el narcotráfico. "Filipinas las invadieron los españoles, los japoneses, los ingleses y los americanos, y todas las invasiones fueron muy violentas".

Y el último trabajo expuesto representa "un monumento horizontal", tal y como dice Muntadas. En vez de la idea tradicional de un monumento como una estatua en el espacio público, puso en marcha una decena de medallas tituladas Monumentos portátiles a trabajadores emigrantes filipinos anónimos. Las personas que las recibieron provienen de diferentes ciudades de todo el mundo, entre ellas Barcelona, ​​Londres y Nueva York, y fueron elegidas por los miembros de su comunidad.