Fotografía

Pilar Aymerich más allá de las fotografías icónicas

El Centro de Arte Tecla Sala inaugura la mayor retrospectiva dedicada a la fotógrafa catalana

Hospitalet de LlobregatPilar Aymerich (Barcelona, ​​1943) es una de las grandes fotógrafas de la Transición y la autora de instantáneas icónicas como la de los tres exdeportados de los campos nazis Ferran Planes, Joan Pagès y Joaquim Amat-Piniella, o la de una mujer con su hijo a hombros en una manifestación contra la penalización del adulterio. Pero el Centro de Arte Tecla Sala de Hospitalet de Llobregat quiere reivindicarla más allá de las fotografías más conocidas y por eso ha inaugurado la primera gran retrospectiva de Aymerich. Se trata de una muestra con 150 instantáneas que recoge desde sus primeras imágenes, en 1962, hasta las últimas del artista, galardonada con la Cruz de Sant Jordi y el Premio Nacional de fotografía. Pilar Aymerich. Memoria vivida está producida conjuntamente con La Fábrica y el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde pudo verse en septiembre del año pasado.

"Queríamos mostrar la obra de Aymerich al completo, siguiendo el antes y el después de sus fotos más simbólicas", explica la comisaria de la muestra, Neus Miró. Su voluntad también era enseñar cómo la fotógrafa "compagina en todo momento la vertiente política y la cultural", un rasgo que, según Miró, "la hace muy singular". De hecho, los inicios profesionales de Aymerich están estrechamente ligados a la cultura: se formó en la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual, donde coincidió con Salvador Espriu, Maria Aurèlia Capmany y Fabià Puigserver. Las primeras imágenes de la exposición son, precisamente, de las obras de teatro que representaron juntos.

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Allí también conoció a Montserrat Roig, con quien más adelante formaría un tándem poderoso: juntas cubrieron el movimiento feminista de los años 70 y en 1982 viajaron a Cuba para entrevistar a Fidel Castro. De la época de la Transición, Aymerich tiene un recuerdo especial por los retratos que le hizo a Katy, una prostituta transexual que vivía en la Rambla. "Son fotos tiernas, nada sensacionalistas. Siempre me he guiado por la idea de que quiero a la gente que retrato y que no quiero hacerles daño", subraya la fotógrafa.

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"Cuando pasaba la policía, me pintaba los labios"

Gran parte de la exposición se centra en todo el trabajo que Aymerich hizo cubriendo manifestaciones y protestas, como el de 1976 contra la penalización del adulterio o la huelga de los trabajadores de la construcción. "Me vestía bien para pasar desapercibida y escondía la cámara en el bolso. Muchas veces era la única mujer. Cuando pasaba la policía, me detenía y me pintaba los labios para disimular. No se les ocurría que una chica como yo pudiera estar en una manifestación", dice Aymerich. En la muestra también se pueden ver las imágenes que hizo en la cárcel de mujeres de la Trinidad a mediados de los años 70, cuando las presas se organizaron para autogestionarse en el centro. "Lograron echar a las monjas que las controlaban y que las tenían sometidas a una tortura psicológica", señala el artista.

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Todas estas instantáneas se combinan con retratos de artistas como Josep Pla, Manuel Vázquez Montalbán, Loquillo y Joan Brossa y con una película inédita, Entreacto, que tuvo problemas con la censura. En el filme, sobre cuatro jóvenes revolucionarios, aparece el actor José Lifante y Ovidi Montllor canta Garganta seca. "Hicemos que en los fragmentos más polémicos los actores hablaran al revés y así ocurrió la censura", recuerda Aymerich. Sin embargo, sólo proyectaron la película dos veces y después quedó enterrada en un altillo hasta hace dos años, cuando la fotógrafa la encontró y la Filmoteca de Catalunya la restauró.