Unos hipermusculados Zac Efron y Jeremy Allen White otorgan ternura a la tragedia de los Von Erick
Sean Durkin impugna en 'El clan de hierro' los pilares del sueño estadounidense desde este drama deportivo a la contra
'El clan del hierro'
- Dirección y guión: Sean Durkin
- 132 minutos
- Estados Unidos y Reino Unido (2023)
- Con Zac Efron, Jeremy Allen White y Harris Dickinson
Cuando el profesional de la lucha libre Fritz Von Erich murió en 1997 a 68 años, sólo uno de sus seis hijos, Kevin, seguía vivo. De los cinco restantes, tres se habían suicidado y un cuarto murió en extrañas circunstancias durante una competición. En El clan de hierro, Sean Durkin convierte la trágica historia de los Von Erick en un drama deportivo en la contra que erosiona dos pilares del sueño estadounidense, la familia y el afán de superación.
Y, a la vez, revisita desde la ternura y la fragilidad el imaginario musculoso e histriónico del wrestling. Fritz (Holt McCallany) se convierte en el filme uno de esos padres que convierten a la familia en un proyecto personal controlado con mano de hierro y donde vierte sueños y frustraciones, un patriarca que sólo considera válidos a los hijos en tanto que triunfadores en el mundo de la lucha libre. Los hermanos no se ven con corazón de abandonar una concepción del mundo y un hogar que les sirve de abrigo y en esta visión de la familia como secta destructiva de la que cuesta distanciarse, El clan de hierro conecta con elopera prima de Durkin, Martha Marcy May Marlene (2011).
En la idea tan norteamericana de que el esfuerzo y la competición forjan el propio destino y conducen al triunfo, Durkin confronta una posible maldición que pesaría sobre los Von Erick desde que el primogénito murió con sólo 6 años en un accidente desgraciado. Este fatalismo atormenta a Kevin, un sorprendente Zac Efron, gigante musculado con corazón tierno que contempla impotente la muerte sucesiva y misteriosa del resto de hermanos, sobre todo de Kerry (el Jeremy Allen White de The bear). Durkin despliega esta tragedia familiar a partir del vínculo fraternal y desde una atmósfera cada vez más etérea, por lo que El clan de hierro se acerca en sus mejores momentos a erigirse en la versión masculina y anabolizada de Las vírgenes suicidas.