La nueva sensación del cine asiático es una producción catalana

Galardonada con la Cámara de Oro a la mejor opera prima del Festival de Cannes, la película vietnamita El árbol de las papallones doradas –que cuenta con la participación de la productora barcelonesa Fasten Films– se asienta de forma brillante sobre una fértil colección de territorios fronterizos, entre el mundanal y el espiritual, el preciosismo y el tenebrismo y, por último, entre la realidad y el sueño. Confeccionada con unos virtuosos planos secuencia que combinan la precisión coreográfica con una sublime apertura al flujo de lo real, el filme inicia su imprevisible recorrido en las calles de Saigón, donde la colisión de dos motos deja un resultado fatal –dos conductores muertos– y a la vez milagroso: un niño que iba de paquete con su madre sale ileso del accidente. El cuñado de la madre, que será el protagonista de la película, se encargará de llevar a su sobrino hasta un pueblo de Vietnam rural para asistir al funeral de la difunta.

El tráfico del país se convertirá en un viaje al pasado tanto del protagonista –que se reencontrará con viejos amores– como de toda una nación todavía rasgada por el recuerdo de la guerra. Así, con un pie bien puesto en la realidad, el debutante Phạm Thiên Ân se aproxima a las formas poéticas del cine de Andrei Tarkovski para construir una emocionante meditación sobre la eterna búsqueda de respuestas que despierta el cara a cara con la muerte .