Cuando todo lo que puede salir mal sale mal
22 años después de 'Gerry', Matt Damon y Casey Affleck se reencuentran como protagonistas en 'Los instigadores'
'Los instigadoras'
- Dirección: Doug Liman. Guión: Casey Affleck y Chuck MacLean
- 101 minutos
- Estados Unidos (2024)
- Con Matt Damon, Casey Affleck y Hong Chau
En 2002 Matt Damon y Casey Affleck caminaban por el desierto perdidos y desesperados en Gerry (2002), de Gus Van Sant, la primera entrega de la Trilogía de la muerte que completarían la aclamada Elephant (2003) y Last days (2005). Con escasos diálogos y una trama casi abstracta, Gerry es una obra de una belleza oscura y trágica marcada por el cine de Béla Tarr, yuno de los filmes estadounidenses más radicales realizados con estrellas de Hollywood.
Veintidós años después, Casey Affleck ya no es el hermano pequeño de Ben Affleck sino un actor oscarizado y famoso por sus personajes dramáticos, mientras que Damon se ha consolidado como una de las estrellas más fiables del cine estadounidense, arquetipo de hombre normal enredado en situaciones extraordinarias en las que se sustenta la mitología de Hollywood. Y, aunque ya habían vuelto a coincidir –por ejemplo en las secuelas deOcean's elevan y en Oppenheimer–, su reencuentro como protagonistas absolutos se produce en una película en las antípodas de Gerry: la comedia en clave de thriller Los instigadores, en los que Damon y Affleck son el Cobby y el Rory, reclutados a última hora para participar en el robo de los sobornos que el alcalde suele recibir durante la fiesta posterior a su victoria electoral.
Como dictan los cánones del género, todo lo que puede salir mal sale mal y Cobby y Rory acabarán siendo perseguidos por la policía, los sicarios del alcalde y los gángsters que organizaron el golpe. Mala pieza en el telar para dos perdedores que no tienen dónde caer muertos: uno exmarine (Damon) en la ruina que sólo se apunta al robo para secar las deudas y redimirse ante su hijo, y un exconvicto (Affleck) que pasa las horas muertas en un bar y obliga a los niños a soplar el control de alcoholemia de su moto para poder arrancarla. Porque el latido dramático de Los instigadores tiene que ver con las mecánicas del thriller criminal, sí, pero también con la fricción entre el talante cuadriculado de Damon y la verborrea incontenible de un Affleck alejado de su habitual registro atormentado y más cercano al secundario bocazas que interpretaba a la zaga Ocean's elevan.
De ambiciones modestas y resultados moderadamente satisfactorios, Los instigadores pertenece a una estirpe de cine con encaje cada vez más difícil en el Hollywood actual, películas de presupuesto medio basadas en el ingenio del guión, el carisma del reparto –que también incluye a Ron Perlman, Toby Jones, Alfred Molina y Ving Rhames– y una dirección ágil firmada en este caso por un Doug Liman que, después de muchos años, vuelve a recordar (un poco) al director de la magnífica Sin límite, una de las pocas comedias de acción reivindicables que dejó la resaca tarantinesca de la segunda mitad de los 90. La presencia de Liman, fundador de la saga Bourne junto con Damon, y la producción a cargo de Ben Affleck y Damon otorga a Los instigadores un sabor a proyecto familiar y rodado en casa –el Boston originario de los actores, el de El indomable Will Hunting, en el que trabajaron juntos por primera vez– que confiere a la película una cierta alma y compensa su relativa intrascendencia.