El terror al compromiso toma forma en Sitges

Silos"¿Estamos juntos porque nos amamos o porque nos hemos acostumbrado el uno al otro?", se pregunta a Together la maestra interpretada por Alison Brie, que cada vez tiene más dudas sobre su novio, un músico reacio al compromiso, sin perspectivas profesionales y, últimamente, con pocas ganas de hacer el amor. A la crisis de pareja se añade otro problema: el fenómeno sobrenatural que hace que no puedan alejarse mucho el uno del otro y que, cuando se tocan, sus carnes se fusionen. ¿La pesadilla perfecta o la solución a los problemas conyugales?

Michael Shanks, que ha presentado la película este viernes en Sitges, reconoce que la inspiración le viene de su propia vida, pero no porque tenga problemas de pareja. "Tenemos una gran relación, pero ya hace diecisiete años que estamos juntos, casi desde que éramos unos chiquillos –dice–. Cuando fuimos a vivir juntos, empezó a inquietarme la idea de que quizás ya no soy una persona completa sin mi pareja, porque nuestras vidas están tan entrelazadas que no sé dónde acaba la de uno y empieza la del otro y empieza la del otro. body horror»".

A través de una premisa de terror sobrenatural, Together radiografía las inseguridades y neurosis de esa pareja, a la que interpretan Brie y su marido en la vida real, Dave Franco. Shanks, de hecho, cree que la película no hubiera podido sin ambos actores, que también son productores del filme. "Si hemos podido hacer la película con un presupuesto tan bajo es porque teníamos actores que se sentían muy cómodos uno con otro, física y emocionalmente –dice–. Había días en los que Dave y Alison estaban literalmente unidos el uno con el otro por una protesis, y tenían que ir al también un, pero debían ir al lavabo. nota en su interpretación, existe una química muy especial", añade.

Hay que decir que Together no quiere ser Secretos de un matrimonio, y que su retrato de las relaciones de pareja está subordinado siempre a un disfrute genuino para explorar la manifestación física del fenómeno corporal, resuelto de forma convincente y con algunas escenas muy potentes. El body horror pegajoso de cuerpos fusionados no es una idea original del filme –Society, de Brian Yuzna, es de 1989–. Pero después de haber visto tantas extremidades mutiladas y cabezas que explotan, la imagen de dos manos fusionándose puede resultar hoy en día mucho más incómoda y poderosa que la habitual dosis de violencia cinematográfica. "Si el body horror sigue existiendo es porque, aunque la historia es sobrenatural, es muy fácil identificarse –argumenta Shanks–. Todos tenemos relaciones extrañas con nuestro cuerpo, todos tenemos cuerpos que nos traicionarán y todos moriremos porque un día nuestro cuerpo dirá que ha terminado. Que alguien te abra la cabeza es algo horrible, pero es más difícil que te ocurra", continúa.

Together le ha proporcionado muchas alegrías, a Shank, sobre todo cuando la película se convirtió en la sensación del último Sundance y la distribuidora Neon la compró por 17 millones, pero también algún quebradero de cabeza con la distribuidora china del filme, que alteró una escena de la película. Curiosamente no fue ninguna escena gore, sino un vídeo doméstico de la boda de una pareja homosexual. "La reencuadraron para que solo se viera a uno de los hombres, y en un plan que se veían ambos alteraron una cara para que pareciera a una mujer, seguramente con IA. Era extremadamente estúpido", explica Shanks, que decidió retirar la película de la exhibición en China. "Es una pena, pero no quiero que se proyecte esa versión, lo que hicieron es terrible desde un punto de vista artístico y moral", confiesa.

Gran adaptación de Mariana Enriquez

A raíz del éxito de Nuestra parte de noche, que ha convertido a Mariana Enriquez en una estrella de la literatura de terror, muchos directores se han interesado por su obra y existen diversas adaptaciones en proyecto, pero la primera que ha visto la luz de esta hornada (en el 2002 ya se llevó al cine Bajar es el pitjor) es La virgen de la tosquera, que mezcla dos cuentos de la autora, lo que da título al filme y El carrito. Presentada este viernes en Sitges, se trata de un híbrido de cuento gótico de terror y melodrama adolescente en el que Nat, obsesionada por conquistar a un amigo de toda la vida, ve cómo sus aspiraciones románticas se derrumban por la aparición en escena de otra chica mayor que parece tener las llaves del mundo.

Dirigida por la argentina Laura Casabé, La virgen de la tosquera traslada al terror hábilmente la intensidad a vida o muerte de la adolescencia, esa incandescencia emocional que, combinada con la falta de experiencia vital, a veces desemboca en tragedia. Es imposible separar la desesperación y la violencia de la película del período en el que se ambienta, el de la crisis argentina de principios de los 2000, que subraya y explica el desamparo moral de los personajes. En el fondo, la película gestiona un material dramático similar al del cine adolescente estadounidense, pero con una puesta en escena naturalista y expresiva y un tono oscuro, casi trágico, que le empuja hacia el territorio del terror sobrenatural.