El Concierto de Año Nuevo de Viena volverá a ser con público

Daniel Barenboim dirigirá por tercera vez el Concierto de Año Nuevo de Viena. Después del vacío impuesto por el covid-19, la mítica cita del 1 de enero tendrá de nuevo público en la sala, a pesar de que solo serán 1.000 personas, 500 menos de las previstas, debido a las restricciones. El maestro argentinoisraelí se centrará en recordar al público, y a los políticos, la importancia de la música: "El mundo está olvidando un poco la importancia de la música, no hay educación para los niños en las escuelas", ha lamentado en la presentación del recital con el que la Filarmónica de Viena da la bienvenida a cada nuevo año. Barenboim defiende "la importancia de la necesidad espiritual de la música para la población" y "no solo por el coronavirus, sino en general", según ha recogido EFE.

Todos los asistentes tienen que tener la pauta completa de vacunación (al menos dos dosis) y mostrar un test PCR de menos de 48 horas de antigüedad, además de llevar una máscara FFP2 durante todo el recital. El mismo sistema se aplica al ensayo general, el día 30, y al recital que se celebra el 31, que tienen el mismo programa que el de Año Nuevo. Las entradas de quienes se queden fuera serán válidas para el concierto del 2023. "Mil personas no es ideal, pero es más que soportable", ha dicho Barenboim, que se siente afortunado de tener público. "Será muy especial en estos tiempos difíciles".

En el recital a Sala Dorada del Musikverein los valses y las polcas de la familia Strauss serán un año más los protagonistas del concierto que más audiencia reúne cada año a través de la retransmisión televisiva y radiofónica a casi un centenar de países. Quince piezas aparecen en el programa oficial, seis de ellas nunca interpretadas en este concierto tradicional, sin contar con el ineludible vals El Danubio azul y la Marcha Radetzky, que cierran cada año el concierto. Además de obras de Johann, Josef y Eduard Strauss, en el concierto del 1 de enero habrá espacio esta vez para los compositores Carl Michael Ziehrer y Joseph Hellmesberger. Barenboim, que el año que viene cumplirá 80 años, colabora estrechamente con la Filarmónica de Viena hace más de cinco décadas, primero como pianista y después como director.