Madera, cristal, hamacas y alfombras: abre la última gran biblioteca de Barcelona

BarcelonaHay muchas ganas de estrenar la nueva biblioteca central del distrito de Santo Martí. Tantas que, cuando todavía se hacen obras y no está abierta al público, la gente se ha colado dentro para pedir si ya pueden coger, por ejemplo, una guía de viajes. "No recuerdo tanta expectación desde que inauguramos la Biblioteca Paco Candel, en Zona franca", dice la directora, Neus Castellano. La nueva Biblioteca Gabriel García Márquez, que se inaugurará este sábado, 28 de mayo, con una fiesta en que se han implicado los vecinos, no pasa desapercibida: es un gran coloso de madera y cristal, la luz entra por todas partes, y no hay prácticamente paredes ni puertas. Todo se ve, incluso el despacho de la directora, y hay patio y terrazas.

Con 3.956 metros cuadrados, en el número 219 de la calle Treball, será la tercera más grande de la red de bibliotecas de Barcelona y tiene un fondo de 40.000 documentos en que destaca la especialización en literatura hispanoamericana; de aquí que utilice el nombre del escritor colombiano, que vivió en la capital catalana. El presupuesto de las obras era de 12 millones de euros, que se han superado. Se trata de un edificio de seis plantas concebido como un conjunto de libros apilados, obra de los arquitectos Elena Orte y Guillermo Sevillano (Suma Arquitectes). En la pared y en el suelo hay madera, esparcidas por todas partes alfombras de colores cálidos, hamacas para sentarse e, incluso, para tumbarde, y vaporosos dosieres que separan espacios de trabajo. En todos y cada uno de los espacios hay libros, hay hasta 140 puntos de lectura, y hay uno dedicado al cómic y al creador de Mortadelo y Filemón, Francisco Ibáñez, que es vecino del barrio.

Radio bibliotecas

Será la única biblioteca de Barcelona con un estudio de radio, que dependerá de Biblioteques y de la Xarxa de Ràdios Comunitàries y que hará sobre todo podcasts. "Será la radio de las 40 bibliotecas y la haremos entre los vecinos y el personal de bibliotecas. Ya tenemos muchas propuestas porque afortunadamente tenemos mucho personal preparado: solo aquí hay un bibliotecario músico que había tenido su propia banda, una profesora de comunicación audiovisual en excedencia..., y muchas propuestas que nos llegan de las bibliotecas especializadas en cine, música, mujeres", dice Castellano.

También será una de las únicas que tendrá un espacio sensorial en la planta dedicada a la literatura infantil y juvenil –en Bon Pastor tienen uno, como prueba piloto–. Se trata de un lugar con largos bancales de madera, donde todo se intensifica: si en el libro se explica que hace calor aumenta el calor, si hay colores se pueden ver estos colores... Y está dirigido, sobre todo, a personas con dificultades especiales. En esta planta todo de cestos de mimbre esperan que alguien los llene de libros.

La luz sube y baja por el patio triangular interior y juega con las paredes: hay espacios para jugar, para trabajar en solitario o en grupo, con mesas redondas pequeñas y grandes, para lectura formal e informal, para hacer consultas con ordenador... Hay también un auditorio con capacidad para un centenar de personas y un espacio para club de lectura donde la insonorización se consigue corriendo unas cortinas.

Un archivo para la memoria del barrio

Los vecinos llevaban años reivindicándola. "En el plan del 2010 ya se hablaba de una biblioteca central del distrito de Sant Martí y del traslado de la que ha habido hasta ahora en el centro cívico", dice el gerente del Consorci de Biblioteques de Barcelona, Ferran Burguillos. Hasta ahora los vecinos utilizaban la Biblioteca de Sant Martí de Provençals, inaugurada el 1967, que ocupaba una planta del centro cívico. Era muy activa, pero el espacio era deficiente. Eran poco más de 300 metros cuadrados que se han convertido en 4.000. "Los vecinos hemos luchado mucho", dice Arantxa Morán, que tendrá en la flamante biblioteca su nuevo espacio de trabajo. Una de las reivindicaciones vecinales era trasladar el archivo del Centre d'Estudis Sant Martí Provençal, que se dedica a recoger y a difundir la memoria del barrio de los últimos 50 años. Son 5.000 documentos, que ahora se podrán consultar en el espacio Antoni Herrera, dicho así por uno de los vecinos que empezó la tarea de recoger fotografías y documentos. "Era un gran cotilla, un periodista no titulado", dice Morán.

La nueva biblioteca atenderá a una población de unos 54.683 habitantes de los barrios de Sant Martí, la Verneda y la Pau: "Es un barrio con mucha densidad de población y hemos previsto el impacto de usos. Quiere ser una biblioteca muy vivencial y de proximidad", dice Burguillos. Las bibliotecas son la equipación cultural más utilizada por la ciudadanía y los libros continúan siendo los reyes. No ha habido bajada en cuanto al préstamo, sino al contrario: si en el primer trimestre del 2019 se hicieron 652.885 préstamos físicos, en el mismo periodo del 2022 se han hecho 688.322, es decir, han aumentado un 5,4%.