"No todo es reggaeton, hay jóvenes que también me preguntan por Deep Purple o The Doors"
Joan Redolad es el impulsor de Sonora, tienda dedicada exclusivamente a libros de música
Cuando hace un par de años murió su socia, con la que compartía estudio de diseño, Joan Redolad tuvo que reformular su espacio de trabajo y decidió montar allí una tienda de libros de música que es, a la vez, el despacho donde sigue diseñando para diferentes clientes, algunos de ellos editoriales y discográficas. “Ana venía de familia de libreros y era una gran lectora; seguro que estaría orgullosa si pudiera verlo”.
Sonora abrió sus puertas hace pocos meses en el barrio de Gràcia de Barcelona, una zona donde se empieza a consolidar un pequeño circuito de negocios e iniciativas relacionadas con la música: “Antes, la gente que le gustaba el rock bajaba mucho al centro de la ciudad , a la calle Tallers, pero con la masificación turística quizás ya no van tanto, y en Gràcia tenemos algunas pequeñas salas de concierto, tiendas de discos, algún sello discográfico y ahora nosotros, que querríamos ser un espacio de encuentro para charlas, presentaciones. ..”. Joan recuerda que hace años existía la tienda de Lenoir Ediciones, pero ahora Sonora es la única librería de Barcelona dedicada exclusivamente a los libros de música, y precisa: “Música moderna: pop, rock, jazz... porque la música clásica y los libros de solfeo no los tocaremos”.
La apuesta de Sonora coincide con una época en la que la música rock, protagonista en sus estanterías, parece haber dejado paso a otros estilos en el terreno de la música popular, especialmente entre los más jóvenes: “En la tienda también entra gente joven y tengo que decir que no todo es reggaeton, también los hay que te preguntan por Deep Purple o The Doors. Depende mucho de qué ambiente musical hayan tenido en casa.”
Lo que sí tiene claro es que la literatura sigue siendo imprescindible para dar contexto a la música que escuchamos: “Ahora te pones una lista de Spotify y te va sugiriendo música relacionada. Es muy cómodo; supongo que tiene que ver con la cultura de la inmediatez que vivimos. Pero los libros te permiten ir más allá: saber más cosas de un grupo, establecer vínculos con otras bandas y construir tus preferencias por ti mismo, no a través de un algoritmo”.
En la tienda comparten espacio Taylor Swift y el pop coreano –“me gustaría tener más libros sobre las grandes figuras de la música actual, pero no se publican muchos”– con clásicos del rock'n'roll o novelas gráficas de figuras emblemáticas como Ramones o David Bowie, aunque Joan se atreve a recomendar tres libros publicados recientemente: Máquina!, de Àlex Gómez-Font (Milenio) –“es curioso, porque va sobre un grupo muy antiguo, de la ola psicodélica, pero se ha vendido muy bien”– y dos que hablan sobre “conciertos y discos que todos tenemos en la memoria”, ¿Qui toca aquesta nit?, de Ricky Gil (Rosa dels Vents) y L'era dels àlbums, de Álex Torío (Columna).
En una gran mesa de madera, Joan tiene un montón de libros expuestos, pero también dos ordenadores en los que diseña durante las mañanas; es por las tardes cuando el estudio se transforma en librería. “He dado clases de guitarra, pero nunca he sido capaz de aprender a tocarla; debo tener una especie de dislexia para las notas. Pero la música es mi pasión, y ahora estoy aprendiendo a hacer de librero sobre la marcha. A veces creo que esto es una locura, pero la vida son cuatro días”. Un gigantesco retrato de Joe Strummer colgado en la pared le vigila para que no baje los brazos.