Localizan parte de la muralla de Barcelona del siglo XIV y el Portal de Trentaclaus

BarcelonaPocos metros cuadrados, en este caso, un portal y un tramo de la muralla que se construyó a principios del siglo XIV, pueden esconder buena parte de la historia. El Servicio de Arqueología de Barcelona, ​​durante las obras de reforma de la Rambla, ha localizado restos de la muralla medieval que protegía la ciudad y trabaja para excavar todo el perímetro del Portal de Trentaclaus o de Els Ollers, situado en la actual calle de los Escudellers, que cruza la plaza del Teatre.

Toda la muralla medieval está documentada en planos, pero lo que sí será nuevo es que, por primera vez, se podrá excavar en toda su extensión un portal de entrada a la ciudad de la época medieval. "Se dice, pero no tenemos pruebas documentadas, que se llamaba Trentaclaus porque tenía treinta llaves, era la puerta de acceso al barrio de los ollers; en la época medieval en la calle Escudellers se concentraban todos los talleres de alfareros", explica Irene Cruz, directora de la excavación.

La muralla empezó a construirse en un momento de mucha tensión. Pedro el Grande (1240-1285), para hacer valer sus derechos sobre Sicilia, desafió al Papa y al rey francés. En este contexto, en previsión de un ataque francés ordenó la urgente protección de Barcelona con muros de tapia y torres de madera, excepto por la parte de mar. "Era una construcción temporal. Fue el Consell de Cent quien, terminado el conflicto, fortificó debidamente la ciudad: fue una obra municipal", detalla Cruz.

La nueva muralla incluyó portales ya existentes como los de la Boqueria, Portaferrissa o Jonqueres, y añadió otros nuevos, como el Portal Nou en 1295. A principios del siglo XIV, la Rambla formaba parte de este perímetro amurallado. Posteriormente, la muralla experimentó varias reformas. En 1357, el Consell de Cent decidió mejorarlas a raíz del enfrentamiento entre Pedro el Ceremonioso y Pedro el Cruel de Castilla, que tuvo lugar entre 1356 y 1369. Incluso se adquirieron tres canteras en la montaña de Montjuïc y se reforzó el perímetro de la actual Ciutat Vella.

"Podremos también documentar cómo se empezó a desmontar en 1860, cuando se decidió que las murallas debían derribarse para mejorar la calidad de vida de los habitantes de Barcelona", explica Cruz. En el lugar se han encontrado, por ejemplo, maravedíes (un tipo de moneda) de Isabel II de mediados del siglo XIX. Las excavaciones están todavía en marcha y se alargarán durante un año. Después todo se tapará y no se museizará. Por tanto, quien quiera verlo tendrá que ir mientras duren las obras.