Eduard Farelo: "Llegar a los cincuenta y no estar en crisis es complicado, ¿no?"

Barcelona"Los terraplanistas son gente más cercana de lo que pensamos", dice el dramaturgo y director Jordi Casanovas. Tanto él como el dramaturgo Marc Angelet veían las teorías de la conspiración como un fenómeno ajeno, sobre todo de Estados Unidos, pero cambiaron de opinión cuando una amiga suya que trabaja de maestra les explicó un problema que había tenido en la escuela: "Se ve que una tarde, después de dar una clase sobre los planetas y el universo con niños de seis años, se le acercó una madre y le dijo: «Habéis hablado de planetas, pero cuando hablaréis de la opción alternativa ?»". Sorprendidos por esta anécdota, los dos dramaturgos decidieron escribir juntos una comedia sobre un grupo de cuatro amigos que deben enfrentarse a las creencias terraplanistas de una de las integrantes del grupo. Conspiranoya, protagonizada por Eduard Farelo, Àurea Márquez, David Vert y Mia Esteve, aterriza en La Villarroel del 19 de abril al 2 de junio después de más de cuarenta funciones en varios teatros del país. Lo ha dirigido el propio Casanovas, que este mes también tiene Jauría en cartelera en el Teatro Romea.

Para documentarse, los dramaturgos se tragaron congresos terraplanistas publicados en YouTube. "El universo de la conspiración está muy al día, existen canales digitales en los que estas teorías están muy abonadas –dice Angelet–. Buscábamos cuáles son las técnicas que se utilizan para desmontar este tipo de discursos". "Y también nos preguntábamos por qué hay gente que necesita formar parte de colectivos como éstos", añade Casanovas. "Aferrarte a una ideología, cuando estás perdido, te da una identidad y un lugar en el mundo", dice la actriz Àurea Márquez, que interpreta el papel de Clara, el personaje que defiende que la tierra es plana. "Es una mujer que busca su sitio en el mundo; es una diseñadora de interiores exitosa, pero se encuentra un poco sola. Paradójicamente, es una mujer muy inteligente, capaz de argumentar sus creencias", explica Casanovas.

El punto de partida de Conspiranoya es una reunión que han organizado los tres amigos de Clara para hacerle una intervención psicológica. Aunque el conflicto se focaliza en el terraplanismo, pronto queda claro que los demás personajes también se encuentran en una situación de crisis personal. "Llegar a los cincuenta y no estar en crisis es complicado, ¿no?", dice Eduard Farelo. "Todo el mundo tiene sus luces y sus sombras, y por eso nos preguntamos hasta qué punto tenemos derecho a hacer una intervención a otro", dice Casanovas. Y añade: "Roger es el presentador de un programa de radio conocido, que es líder de opinión, pero tiene dificultades en el trabajo, con su hijo y con su mujer. Àlex es un escritor que de joven ganó premios, pero ahora no tiene mucho éxito, y además no acaba de encontrar a la pareja ideal. Y Sonia se ha separado hace poco de una relación muy larga en la que había puesto mucha fe".

Según Farelo, este planteamiento dramático es "una excusa para hablar de esta hazaña histórica que supone mantener la amistad a lo largo de los años". "Cuando hay alguien de tu círculo más íntimo que se desvía de tus creencias, se produce una rendija... Esta obra habla de hasta qué punto estamos dispuestos a admitir que un amigo vea al mundo de una forma diferente", añade. En este sentido, Márquez comenta que la complicidad entre los cuatro actores, que se conocen desde hace tiempo y han trabajado juntos en más de una ocasión, ha facilitado los ensayos: "Teníamos ya una confianza y una fluidez previa que nos han ido muy bien".