Los fantásticos títeres de William Kentridge se mueven en el Grec
El Teatre Lliure acoge la interesante y pertinente 'Faustus in Africa!', de la Handspring Puppet Company sudafricana
'Faustus in Africa!'
- Dirección: William Kentridge
- Dirección de títeres: Adrina Kholer y Basil Jones (Hansdpring Puppet Company)
- Intérpretes: Eben Genis, Atandwa Kani, Mongi Mthombeni, Wessel Pretorius, Asanda Rilityana, Buhle Stefane, Jennifer Steyn
Ya saben que la gran genialidad del demonio es hacer creer que no existe. También sabrán que, sea cual sea el alma, quien más quien menos ha traficado y trafica con ella para lograr deseo, confort, placer o poder. El Fausto de Goethe es permanentemente actual y la muy libre versión que William Kentridge y la Handspring Puppet Company crearon en 1995 con un Fausto que viaja por el continente africano conserva bien fresca la denuncia de la maldad humana en el contexto internacional de guerras y genocidios que vivimos. El Fausto africano, como el homólogo europeo, es un sabio insatisfecho que quiere recuperar juventud y energía para conquistar a sus Margaritas. Pactará con el diablo y viajará por un África de sátrapas disparando contra todo lo que se mueve.
Faustus en Africa! tiene algo de cuento para casi todos los públicos. Un cuento de malos con un sencillo esqueleto dramatúrgico y diría que con alguna subtrama no está bien encajada argumentalmente. Un cuento que en buena parte evoca y denuncia lo que ha sido la triste historia reciente del continente africano. Un Mefistófilo humano, y blanco, y un puñado de títeres de tallo dotados de una gran expresividad a los que dan vida, y es exactamente así, seis expertos manipuladores y una ágil dirección que no deja decaer un momento el interés.
Es un placer degustar el ingenioso e inteligente encuentro sobre el escenario de los expresivos títeres, de los dibujos animados de Kentrigde, de las frases musicales del desaparecido James Philips y de un texto atravesado por la irónica palabra del poeta sudafricano Lesego Rampolokeng, que de palabras una gloria brillante, pero es sólo un reflejo. Ya lo saben.