Lluís Soler sube la temperatura de 'La tempestad'
La mirada de Oriol Broggi sobresale en el conjunto de la adaptación de la obra de Shakespeare a la Biblioteca
'La tempestad'
- Autoría: William Shakespeare
- Traducción: Jaume Coll Mariné
- Dirección y escenografía: Oriol Broggi
- Intérpretes: Luis Soler, Clara de Ramón, Ramón Villa, Javier Boada, Babou Cham, Javier Ripoll, Eduard Paredes, Jacob Torres y Oriol Ruiz Coll
Oriol Broggi cayó del caballo en 1993 en el Festival de Aviñón ante La Tempestad de Peter Brook: "Me gustó tanto que decidí dedicar mi vida al teatro". La huella del maestro Brook ha impregnado muchos de los trabajos de Broggi. Tempestad: no sólo en los elementos matéricos, como el sempiterno suelo de arena, los bastones de madera, los detalles del vestuario, diría que también la elección de Babou Cham para el etéreo papel del espíritu Ariel o la energía desatada del esclavo Caliban, sino por las texturas estéticas y la cadencia de las arranca con una genial escena del naufragio que hace virtud de la extrema sencillez. Puro Brook.
La mirada de Broggi sobresale en el conjunto, en las atmósferas, en las músicas que salpican la función. Shakespeare, en su última obra, quería dar una visión más optimista del ser humano, como queda patente en el monólogo de Gonzalo en el que sueña un paraíso bíblico y con la renuncia de Próspero a la venganza en bien del perdón. Y esto queda bien reflejado en la propuesta de Broggi, que ha cuidado los detalles plásticos y sensoriales más que la literatura y ha potenciado los rasgos humorísticos, que no son pocos, de la obra. Sin embargo, cabe decir que nunca había asistido a una Tempestad con tantas risas y que la propuesta resulta algo llana, sin relieves dramáticos y con problemas de dicción en algunas escenas como la fulgurante entrada de Caliban o la escena de los payasos.
Para hacer una buena Tempestad, hay que tener un buen Próspero. Luís Soler lo es. Un Próspero más humano que mago, con una precisa dicción, en claridad e intención. (Ferran).