El derbi del Madrid: bueno para el Barça
BarcelonaLas cuentas antes de que se disputara el derbi en el Metropolitano eran que, pasara lo que pasara, todo le iba bien al Barça. La teoría era la siguiente:
1) Si ganaba el Real Madrid, bien para el Barça. Porque si esto acaba siendo una Liga de dos, los de Flick ya demostraron la temporada anterior que en los duelos le tienen la moral comida al Madrid. Y en pleno septiembre medio descartar a un Atlético al que, encima, le entrarían todas las dudas del mundo, aún mejor.
2) Si empataban, bien para el Barça. Porque ganando el partido ante la Real Sociedad de este domingo recortaba puntos al Madrid y alejaba al Atlético.
3) Si ganaban los de Simeone, bien para el Barça. Porque un pinchazo del Madrid nunca puede ser mala noticia y el Atlético no parecía, por ahora, ni mucho menos, el rival más temible en la competición nacional.
Las cuentas después de que terminara el derbi son, también, todas positivas para el Barça. Estos son los hechos:
1) El equipo de Xabi Alonso sigue deshaciéndose como un azúcar igual que el de Ancelotti cuando se encuentra ante un rival con cara y ojos que lo aprieta. Ni juego, ni alma. El quinto gol de Griezmann hizo pedazos la teoría del cuatro. Porque cuatro clásicos perdió la pasada temporada, empezando con el 0-4 del Bernabéu en la Liga que marcó la temporada y cuatro le endosó para acabar el PSG en el Mundial de Clubs sin despeinarse en la competición que tenía que servir para enmendar la campaña en blanco.
2) Ni Mbappé con ocho goles, ni Vinícius mejorando –no era muy difícil–, ni la vuelta de un Bellingham a años luz del futbolista que maravilló la primera temporada fue suficiente para maquillar el desastre defensivo y el mal juego colectivo. Huijsen por arriba se las come todas, Carreras se encogió y Valverde, que no parece el mismo, concluyó su mal inicio de temporada con el error que supuso el quinto gol atlético. Por si fuera poco, Militao se ha lesionado.
3) El Atlético ya ha hecho su partido de la temporada: ganar al Madrid. Y con un resultado histórico, además: los rojiblancos no le marcaban cinco goles al vecino desde hacía 75 años, en el 3-6 en el Bernabéu de 1950. Y sin embargo, su crack, Julián Álvarez, fue sustituido de nuevo. Simeone tiene una tendencia también histórica a echarse atrás y, al final, el fútbol es para valientes.