Irregularidades

El Barça dejó de pagar hasta 20 facturas irregulares vinculadas al fichaje de Malcom

Formaban parte de una intermediación "falsa", según los Mossos, en operaciones de futbolistas canteranos

BarcelonaSon 20 facturas que el Barça no pagó porque saltó la alarma. En los despachos del Camp Nou llamó la atención que iban a la misma empresa y tenían la misma fecha de vencimiento. En total, eran 699.380 euros que la entidad azulgrana debía pagar a la empresa Business Futbol España, una sociedad del agente de futbolistas Junior Minguella, hijo de Josep Maria Minguella. Siete facturas que sumaban 217.800 euros tenían fecha de vencimiento del 15 de noviembre de 2020. Doce facturas por valor de 179.080 euros, de 15 de octubre de 2020. Y una factura de 302.500 euros, de 15 de febrero de 2011. facturas de intermediación en el marco de la cesión o el traspaso de futbolistas que habían estado en la cantera azulgrana, como el guardameta Adrià Ortolà, el lateral Mateu Morey, el centrocampista Marcus McGuane o el delantero Rafa Mujica. En realidad, eran facturas irregulares. En su día, El Periódico publicó que esta facturación escondía el pago de "10 millones a los intermediarios" que participaron en el traspaso de Malcom Silva de Oliveira al Barça, fichado del Girondins de Burdeos en el verano del 2018. En realidad, sin embargo, todo ese dinero nunca se pagó porque con la entrada de Joan Laporta a la presidencia, en marzo del 20 los detuvieron. "El Barça no está conforme y rechaza la corrección de dichas facturas y manifiesta que no ha procedido a su pago", explicó el club en respuesta a un requerimiento judicial.

El ARA ha contactado con el entorno de algunos de estos jugadores del filial implicados y ninguno tuvo conocimiento de una intervención de la empresa Business Futbol España. "Ningún club te paga por el asesoramiento de jugadores que no llevas, ya tienen representante", explica uno de los agentes consultados. De hecho, los propios Mossos d'Esquadra también lo certificaron durante su investigación: ningún futbolista sabía que Junior Minguella interviniera en decisiones sobre su futuro. La policía catalana investigó estas facturas a raíz del forensic que hizo la junta entrante de Laporta sobre la presidencia de Josep Maria Bartomeu, y que investiga el Juzgado de Instrucción 16 de Barcelona.

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Aparte de estas facturas de pequeñas cantidades había otras dos que sí se abonaron a Business Fútbol España: una por valor de 1,8 millones y la otra por valor de 1,04 millones. Se hizo a través de dos pagarés, emitidos el 4 de febrero del 2019 –Malcom fichó el verano del 2018–, y con fecha de vencimiento en febrero del 2022 y 2023. Cuando el Barça supo que había un requerimiento de la Agencia Tributaria para embargar las cuentas de Business Fútbol España –fruto haz el pago. Sin embargo, según le consta a este diario, la empresa ya había efectuado el cobro. Esto llevó al Barça de Laporta a pedir en el 2021 que la sociedad procediera "a la devolución" de los pagarés "en la mayor brevedad posible". Sin obtener respuesta.

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Si se suman las tres cantidades, ambas abonadas y las 20 facturas paradas, coincide con los 3,5 millones de comisión por Malcom que desde el club señalan que la anterior junta había pactado con la empresa catalana –y que luego podían acabar en manos de terceros–. Aparte de los cinco millones que debían ir a los agentes brasileños del futbolista. La directiva de Bartomeu siempre había defendido que la cantidad final de la comisión fueron 8,5 millones y no 10.

Los dirigentes y ejecutivos de aquella época tiran balones fuera sobre esa carpeta, señalando en dirección opuesta. ¿La operación se gestó desde la cúpula directiva? ¿O fue la dirección deportiva? En cualquier caso, las facturas superiores a 200.000 euros debían pasar por junta, mientras las pequeñas cantidades podían evitar el filtro de la directiva. En este sentido, el vicepresidente deportivo de esa época, Jordi Mestre, declaró ante el juez que instruye el caso de que él no autorizó las comisiones.

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Lo que sí hubo según los Mossos d'Esquadra que han investigado el caso es una modificación del contrato laboral de Malcom una vez se cerró su fichaje: se cambiaron las condiciones de los pagos de intermediación, lo que comportó que la junta entrante tuviera que realizar una regularización fiscal para evitar una multa de Hacienda.

El origen de todo ello

La operación Malcom tiene un precedente: Samuel Umtiti. Un año antes de que el Barça le incorporara, Minguella informó al club sobre el jugador. Y cuando se realizó el fichaje del central francés pidió una contraprestación que se le negó. En la entidad ya tenían controlado al futbolista, y las negociaciones las llevó directamente Bartomeu con el presidente del Olympique de Lyon, sin intermediario alguno. El defensa francés finalmente costó 25 millones. Dos años después irrumpió en escena Malcom. El jugador estaba tentado por la Roma de Monchi, que tenía encarada su incorporación, y ahí entraron en juego los ejecutivos del área deportiva Ramon Planes y Éric Abidal, que pactaron la operación para el Barça, y Junior Minguella, el hombre clave para cambiar el destino del futbolista, de Roma a Barcelona. Eso sí, a cambio de varias comisiones que repartieron todos los actores implicados. La Roma de Monchi, que amenazó con llevar a los tribunales al fichaje, finalmente desistió.