El Barça se dispara un disparo en el pie ante el Atlético de Madrid
Los azulgranas perdonan ante el Atlético de Madrid pese a ser muy superiores y pierden de la forma más cruel (1-2)
BarcelonaTras 14 años como entrenador del Atlético de Madrid, el Cholo Simeone logró su primera victoria ante el Barça en Barcelona de la forma más tacaño y más cruel. Con un gol de Sorloth en un contragolpe en el último minuto, los colchoneros se marchan de Montjuïc con un gran botín que no se merecieron. Los azulgranas fueron muy superiores durante casi todo el partido, pero perdonaron demasiado, mientras que el conjunto madrileño supo sacar petróleo de sus contadas ocasiones. Con la derrota, el Barça pierde el liderato liguero. La magia de Pedri no fue suficiente (1-2).
Lo que empezó como una noche redonda en Montjuïc acabó siendo una pesadilla. La afición empezó el partido dejando atrás los silencios incómodos, tristes y fríos de los últimos partidos para acompañar al equipo ya desde el pitido inicial. Ayudó el inicio volcánico del Barça. Los azulgranas salieron dispuestos a desvanecer las dudas que habían sembrado en las incomprensibles derrotas en casa contra Las Palmas y Leganés. La afición disfrutaba y animaba, aplaudía cada recuperación, cada duelo que un valiente e intenso Gavi ganaba, frisaba con cada recorte eléctrico de Raphinha y disfrutaba con cada control orientado y cada caricia de Pedri a la pelota. También hubo espacio para las reivindicaciones de los hinchas. Desde el Gol Norte –ahora ocupado por peñistas mientras dura el conflicto por las multas entre los grupos de animación y el presidente Joan Laporta– nacieron gritos poderosos de "Queremos la grada de animación". También algunos, mucho más residuales, de "Barça sí, Laporta no".
Mientras tanto, en el césped, un Barça intenso y muy bien posicionado sobre el terreno de juego encajonaba a base de buen fútbol a un Atlético que no conseguía salir de la cueva. El dominio era azulgrana, con Casadó aseando al equipo desde la sala de máquinas y Cubarsí imponiéndose en la salida de balón desde atrás. Sin Lamine Yamal, fue Raphinha quien partió de inicio desde la banda derecha, mientras que Fermín se encargaba de dar amplitud a la banda izquierda. Fueron dos de los futbolistas más activos, sobre todo intentando abastecer de centros el jefe de Robert Lewandowski. Así llegó la primera ocasión clara del Barça, que si viene generaba sensación de peligro constante no conseguía el gol. Iñigo Martínez, ubicado en el ataque para rematar un saque de esquina, aprovechó una segunda jugada para conectar una voleia dura pero centrada que rechazó Oblak. El aviso llegaba tras un penalti reclamado porque el balón había impactado en el codo de Giuliano Simeone, aunque de forma totalmente involuntaria.
El error de Casadó
El Barça seguía golpeando piedra, buscando un gol que se dibujaría como una recompensa merecida gracias a una jugada de fantasía de Pedri. Conducción deliciosa del centrocampista canario, pared en la frontal con Gavi, que hizo un reverso antes de volver a dejar el balón por Pedri, que, pese a estar rodeado de largas piernas de defensores, pudo colocar el esférico con elegancia en el fondo de la red con un remate bien ajustado. El tanto, en el minuto 30, hacía justicia a un equipo que se iría al vestuario con sensación de plenitud pero sabiendo que necesitaría rematar el trabajo.
En la reanudación, volvieron a salir enchufados. Había que rematar el trabajo. Pero el guión tenía previsto un giro endemoniado que acabaría siendo cruel, demasiado cruel. El Barça, que había perdonado, vio cómo se pasaba de una vaselina de Raphinha en el larguero a una contra del Atlético que acabaría con el empate. Casadó rechazó con el acicate un balón confiando en que lo recogería un compañero, pero con tanta mala suerte que lo dejó franco en la frontal. Fue un error que Rodrigo de Paul castigó con un disparo ajustado al segundo palo que silenció a Montjuïc por primera vez en el partido. Era una lástima, porque con poco los colchoneros conseguían entrar en el duelo.
Tocaba reponerse. Ferran y Olmo entraban para remar por la causa en el sitio de Fermín y Gavi. El inicio de la reacción lo intentó Raphinha, que tras una deliciosa pared con Kounde sirvió un centro demasiado tenso que ni Lewandowski ni Ferran pudieron llegar a rematar. Con el empate, el partido se fue abriendo y las emociones estaban a flor de piel. Lewandowski falló una ocasión clara, aunque estaba en fuera de juego. Iñaki Peña salvó al Barça con un buen parón en Barrios. Olmo rozó el gol con un disparo que salió lamiendo el palo.
Los minutos pasaban y las pulsaciones se aceleraban. Raphinha volvió a estar cerca del gol, con una carrera demasiado larga en la que se fue quedando sin ángulo y Oblak pudo desviar su disparo. El esloveno volvió a hacerse mayor para detener poco después un mano a mano con Pedri. Quedaba el final trágico: pérdida de Raphinha cuando el partido ya estaba totalmente roto, recuperación del Atlético y contragolpe finalizado por Sorloth en el último minuto. El brasileño, abatido, simbolizó el sentimiento de todo el barcelonismo en una derrota dolorosa que cuesta el liderato.