El Barça más pelado de los últimos 60 años (aunque genera más ocasiones que nadie)

BarcelonaEl peor Valencia de los últimos años celebró como una victoria el punto que sumó el sábado en Mestalla contra el errático Barça de Xavi Hernández. Aunque el equipo azulgrana mejoró un poco su juego en relación a las dos derrotas contra el Girona (2-4) y el Amberes (3-2), volvió a ser incapaz de materializar las ocasiones que tuvo a su favor y tampoco supo neutralizar el único acercamiento con cara y ojos del conjunto de Rubén Baraja en toda la segunda mitad. Sólo João Félix supo besar la red gracias a una jugada patrocinada por Frenkie de Jong, el mejor culé en la capital del Turia. El portugués rubricó a portería vacía el único gol visitante de un duelo en el que Mamardashvili, el guardameta valencianista, se hizo enorme para salvar hasta 3 ocasiones claras de Raphinha, Ferran Torres y Lewandowski, algunos de los grandes protagonistas directos de la histórica crisis de acierto y holgura que arrastra al Barça.

"Debemos ser uno de los peores equipos de Europa en efectividad", espetó Xavi en la rueda de prensa posterior al partido. El egarense, de nuevo contrariado tras pedir estabilidad y unidad en la previa, hablaba desde la suposición, pero no iba desencaminado. Efectivamente, entrena al equipo que, de todos los contendientes de las grandes ligas europeas, ocupa sólo la posición número 76 en cuanto a ratio de acierto goleador. ¿Qué significa esto? Pues que hay 75 conjuntos en el fútbol de élite continental que mejor aprovechan las grandes oportunidades para marcar. La estadística, aportada por el portal especializado Sofascore, es hiriente porque el Barça es el equipo que más situaciones claras de gol genera: 64 esta temporada. Son casi 4 por partido cuando su media de goles a favor en la Liga no alcanza los 2.

Lewandowski, 26 millones brutos y un contrato ascendente

"La falta de acierto no es normal. Esta falta de contundencia es flagrante. Siento impotencia y frustración", lamentó Xavi, que espera llegar a los turrones habiendo ganado en casa este miércoles (19 horas, Movistar LaLiga) al Almería, colista con sólo 5 puntos y cero victorias en el zurrón. Como es tradición, el entrenador egarense evitó la crítica con nombre y apellidos, pero el contenido de sus palabras señala la labor de una línea de ataque debilitada tras las salidas de Dembélé, Ansu Fati y Ez Abde este verano y sólo reforzada por un adolescente de la casa –Lamine Yamal– y un fichaje de club como João Félix.

El infinito olfato de Leo Messi se echa de menos intensamente porque la plantilla barcelonista no tiene ningún extremo goleador, pero sobre todo porque su relevo en esta especialidad –y también en lo alto de la escala salarial– lastra igualmente los porcentajes de acierto de el equipo. Lewandowski, beneficiario con 35 años de un contrato creciente y de unos emolumentos este curso de 26 millones brutos, no remonta el gran bajón que sus guarismos han experimentado en el 2023. Antes del Mundial de Qatar, marcó 18 goles en 19 partidos , unos números que casaban con los que había dejado en el Bayern de Múnich. Pero tras la cita en Qatar, ha necesitado más del doble de compromisos (47) para marcar sólo seis dianas más (24). Y eso que ha jugado de titular casi siempre que ha estado disponible. Incluso lo fue en Amberes, en un trámite que Xavi quiso ahorrarle de entrada.

Lewandowski lleva 9 goles en 1.574 minutos repartidos entre Liga y Champions. Unas estadísticas demasiado discretas para un futbolista que está llamado a liderar en ataque a un Barça que, por el discurso que se ha autoimpuesto, debería ser candidato a todo. Con más de 400 minutos menos en las piernas, el experico Joselu Mato, ahora en el Real Madrid, ha marcado 8 tantos y es apenas el tercer máximo realizador blanco por detrás de Bellingham y Rodrygo. La comparación asusta hasta el punto de que Vitor Roque, que aterrizará a finales de mes en Barcelona, ​​corre el riesgo de asumir una mayor presión de la que le tocaría a un debutante de 18 años en Europa. El delantero brasileño está a punto de sumarse a las filas del Barça más pelado de los últimos 60 años, ya que lleva tres meses sin ganar ningún partido por más de un gol de diferencia y eso solo ocurrió una vez en la historia : en los duros años 60, con el club en la ruina. Ojalá la historia no sea cíclica.