Apuntes en caliente

Camavinga y Modric > Romeo y Lewandowski: los apuntes en caliente del Barça-Madrid

El clásico, dominado por los azulgranas durante mucho rato, se ha decidido por el impacto de los banquillos en la segunda parte

BarcelonaDolorosa derrota del Barça ante el Real Madrid en Montjuïc. Después de ser mejor que los blancos durante gran parte del partido, los azulgranas se han visto remontados en la segunda parte por culpa de dos goles de Jude Bellingham, el segundo en tiempo de descuento (1-2). A continuación, unos apuntes en caliente.

Perdonar al Madrid es... El clásico de los Rolling Stones ha sido el clásico de un tópico muy contundente: que al Madrid no se le puede perdonar. Los de Ancelotti, fatal durante los primeros 65 minutos, han sobrevivido gracias a dos palos, a un paro de Kepa ya un penalti no señalado sobre Araujo. Con el 1-0 en el marcador, tuvieron margen para reaccionar y se beneficiaron del mal efecto que provocaron dos de los cambios que Xavi hizo cuando la gasolina de sus jugadores comenzó a faltar. Lewandowski y Romeu han entrado en el partido y han desmontado la sintonía que reinaba a favor de los azulgranas gracias a la movilidad de Ferran y el nervio indetectable de Fermín. Las sustituciones tuvieron el impacto contrario en el Madrid, que se aplicó en fase ofensiva y acabó encontrando la forma de remontar. La derrota duele, pero la actuación del Barça deja buenas noticias. Como por ejemplo el buen papel de los tres centrales y la complicidad de los tres pequeños en la medular.

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Futbolista descomunal. Al igual que Xavi jugador (recuerden el primer gol del 5-0 del 2010), Gündogan ha abierto la lata de un clásico en una jugada en la que ha aparecido desde segunda línea y se ha beneficiado de un lío defensivo del Madrid . Homenaje del alemán a su técnico, uno de los más pesados ​​con su fichaje este verano, y también al fútbol de hace unas décadas, en la que los jugadores podían ser brillantes y al mismo tiempo lucir barriguita controlada. Gündogan, que en los últimos años en el City se había hinchado en marcar goles y en los primeros partidos con el Barça había ido variando de posición, ha elegido el mejor día para besar la red por primera vez en Barcelona, ​​aunque haya abandonado el césped cabizbajo. Además, acompañado por dos barbamecos, se ha zampado durante muchos minutos el fornidísimo medio del campo blanco, demostrando que a fútbol se juega sobre todo con el cerebro.

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Qué lástima que Gavi no naciera antes. Cuando el Barça de Messi cayó en Liverpool en el 2019 en las semifinales de la Champions, el joven andaluz tenía apenas 14 años. Y cuando el Bayern pasó por encima de los azulgranas en el 2020 (2-8), acababa de cumplir 16. Pienso a menudo en este dato cuando le veo competir como compite ahora que tiene 19 y luce el dorsal 6 en la espalda . Porque cuesta mucho imaginarse derrotas europeas tan basadas en el componente mental con el irreductible Gavi en el césped. ¿De dónde ha salido tanta capacidad para luchar cada balón? ¿Habríamos visto tantos ridículos del Barça en la Champions con el de Los Palacios (y con Araujo) en el campo? Seguramente no. Qué suerte tenerlos en cada clásico. Y qué condena para Vinícius.

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La estrella que no provoca. Entre Gavi y Araujo han amargado la tarde a un Vini que no ha hecho ni cosquillas. El extremo brasileño, motor indirecto de la segunda plantada seguida de Florentino en la directiva de Laporta, sólo ha podido molestar al Barça con su sonrisa socarrona. Con la pelota en los pies, ni una jugada peligrosa con cara y ojos. De hecho, el Madrid ha necesitado los cambios para empezar a jugar a algo ya rascar el triunfo de pícaro tras ser claramente superado. Con Modric y Camavinga, los de Ancelotti aceleraron las operaciones en ataque y permitieron que el actual mejor futbolista blanco, que no es Vinícius sino Bellingham, hiciera un auténtico golazo con un lanzamiento lejano imposible para Ter Stegen. Así ha llegado el empate. Luego, el inglés, asombroso pichichi de la Liga, ha acabado decidiendo el clásico.